Metodologías que ponen el foco en el estudiante y promueven el aprendizaje práctico, dispositivos y tecnologías que facilitan su implantación… Estas son solo dos de las innovaciones que se están aplicando en las aulas de forma efectiva para conseguir el necesario cambio educativo. Pero, ¿qué pasa con los exámenes? Cada vez son más las voces que se alzan a favor de un cambio en las pruebas tradicionales para, en su lugar, desarrollar sistemas de evaluación que garanticen que los estudiantes realmente fijen los conocimientos en lugar de memorizarlos.
Poco a poco se están dando los primeros pasos hacia esta idea y, a las pruebas más tradicionales, se suman la evaluación por rúbricas o el uso de plataformas de gamificación como Kahoot! o Edmodo. Incluso se están poniendo en marcha proyectos que promueven el uso de tecnologías como la Inteligencia Artificial para personalizar tanto el aprendizaje como la evaluación; o los que recurren al reconocimiento facial para acreditar la identidad del estudiante en la formación online.
Con vídeo y simulaciones
Ejemplo de ello es la iniciativa Project Lead The Way, creada por una asociación sin ánimo de lucro enfocada en la enseñanza de materias STEM y llevada a cabo en Estados Unidos, cuyo objetivo es revolucionar la manera de evaluar a los cerca de 400 mil estudiantes del país.
Para ello, se ha diseñado un itinerario mediante el cual los estudiantes ven vídeos y realizan actividades prácticas que fomentan su capacidad para resolver problemas, empleando el pensamiento crítico. Esta metodología de aprendizaje se adapta también a los exámenes: tras la visualización del contenido audiovisual en el ordenador, el alumnado debe reaccionar a una simulación aplicando los conocimientos adquiridos de manera lógica, en lugar de emplear la memoria. La Inteligencia Artificial medirá el éxito del trabajo realizado, sin perder de vista el objetivo de que los discentes adquieran habilidades útiles para su futuro laboral.
IA como asistente
Esta misma tecnología (la IA) se está empleando con éxito en China en cerca de 60.000 centros escolares para evaluar los trabajos de sus estudiantes como parte de un proyecto gubernamental. ¿Cómo? El profesorado sube el texto realizado por cada alumno a una plataforma de software. Luego, la Inteligencia Artificial analiza la lógica general, el significado y el estilo de sus escritos e, incluso, detecta cuándo se ha alargado un texto sólo para rellenar espacio y sin aportar contenido de interés.
Además, puede leer tanto en chino como en inglés y realiza sugerencias para que el alumnado mejore sus habilidades a la hora de redactar. Y todo esto lo lleva a cabo a través del Deep Learning o aprendizaje profundo, una tecnología basada en los principios del Big Data y que permite que la IA desarrolle su aprendizaje empleando estructuras lógicas que se asemejan a las que emplean las neuronas en el cerebro humano.
Los científicos a cargo del proyecto afirman que esta tecnología supone una ayuda para automatizar algunas laboriosas tareas y eliminar fallos humanos como la falta momentánea de concentración o las valoraciones personales.
Comprobando la identidad
Por otro lado, tecnologías como el reconocimiento facial se están empleando cuando se realizan exámenes no presenciales. Así, proporciona una mayor seguridad en el proceso de evaluación académica comprobando la existencia real de los usuarios que han cursado con ellos y, además, ofrece la capacidad para expedir certificados personales a cada estudiante sin necesidad de que se desplacen hasta el centro de estudios. Una de las pioneras en este sentido es la plataforma de MOOCs MiríadaX, que ha anunciado la adaptación de un sistema de reconocimiento biométrico para corroborar la identidad de los estudiantes de su plataforma.
Este se pone en marcha cuando el discente accede al módulo de biometría antes de hacer la prueba. El sistema le solicita la activación de la cámara web del ordenador para tomar tres fotografías que son utilizadas para crear el modelo biométrico, previa aprobación del usuario. Después del primer reconocimiento, el sistema efectuará capturas de imágenes aleatorias durante el transcurso del examen, que serán comparadas con el archivo fotográfico con el objetivo de comprobar que es el estudiante el que está realizando la prueba online.