El 20% de los alumnos de todo el mundo sufre acoso escolar, ya sea de forma física o verbal, y el 8% de ellos lo hace a diario. Estos son algunos de los principales datos que se desprenden de un estudio de la UNESCO que busca concienciar y poner medidas que hagan frente a esta situación.
Libros para luchar contra el acoso escolar
¿Cómo se puede luchar contra el bullying? Loqueleo, la editorial de literatura infantil y juvenil de Santillana, propone hacerlo a través de la literatura. Para ello, ha puesto en marcha la campaña ‘¿Monstruos? ¡Solo en los cuentos!’ en el que propone la lectura de Libros para luchar contra el acoso escolar. El objetivo es ayudar a las familias, educadores y toda la sociedad a prevenir este fenómeno que afecta a niños y jóvenes de todas las condiciones sociales. Está presente en colegios públicos y privados, en ciudades grandes y en pueblos más pequeños.
Por pasos
Todo empieza con la lectura de un libro relacionado con esta temática. Según la edad de los estudiantes, podría ser ‘El águila que no quería volar’ (+4), ‘El oso cansado’ (+6), ‘Ruedas y el enigma del Campamento Moco Tendido’ (+8), ‘Los premios Nobel y el misterio del gato’ (+10), ‘Sin miedo’ (+12) o ‘Lágrimas de sangre’ (+14), entre opciones propuestas por la editorial.
Una vez todos los alumnos han leído el libro, comienza el periodo de reflexión que llevará a establecer un debate en clase en el que se traten temas como qué conductas pueden ser calificadas como acosadoras, qué les ha parecido, cómo les ha ayudado a ser conscientes de este problema para identificarlo y luchar contra él…
Con sentimiento
Con ello, se busca que todos los estudiantes sean capaces de identificar situaciones de acoso y violencia en los distintos entornos a través de las lecturas, fomentando la empatía con los protagonistas de los libros.También, que dejen aflorar los sentimientos que estas situaciones les provocan, ya sea miedo, desaliento o angustia. Al mismo tiempo, esta actividad sirve para potenciar valores positivos que permiten entender a otras personas que se sienten diferentes, como la autoestima, la empatía y la solidaridad.
Por último, se consigue proporcionar herramientas que ayudan a denunciar situaciones injustas y contar con recursos variados para reflexionar, debatir, vivenciar, expresar desde distintas áreas de conocimiento.
Físico, verbal…
Gracias a esta campaña, es posible trabajar con todos los tipos de acoso que pueden darse en el aula: físico (con agresión directa a base de patadas, empujones, golpes con objetos…); verbal (humillaciones, insultos, motes, menosprecios en público, propagación de rumores falsos, mensajes telefónicos ofensivos o llamadas, lenguaje sexual indecente); psicológico (mediante amenazas para provocar miedo, para lograr algún objeto o dinero, o simplemente para obligar a la víctima a hacer cosas que no quiere ni debe hacer); y social (exclusión y aislamiento progresivo de la víctima ignorando su presencia y no contando con él/ella en las actividades normales entre amigos o compañeros de clase).