Con la implantación total de la LOMLOE el próximo curso también llegará una nueva EBAU centrada, como la propia ley, en las competencias. De esta manera, la prueba pondrá el foco en la capacidad de razonamiento de los estudiantes, dejando atrás los ejercicios teóricos en los que el alumnado tenía que redactar y explicar detalladamente las características y autores más relevantes de la Generación del 27 o del Teatro de Posguerra, exponer el problema de Dios de un autor filosófico contemporáneo o hablar sobre la comedia y tragedia griegas. Esta parte centrada en la memorización pura ha sido sustituida por ejercicios que tienen como fin desarrollar la capacidad racional y reflexiva del alumnado.
Para ello dispondrán de más tiempo para realizar los exámenes: de los 90 minutos que duraban anteriormente, pasarán a 105 por examen. Además, otro cambio significativo es que se podrá solicitar una tercera revisión de examen (antes solo había dos), en el caso de no estar conformes con la nota obtenida. Sin embargo, la forma de calcular la nota final de acceso a la universidad se sigue manteniendo: el currículo de Bachillerato seguirá teniendo un peso de un 60%, mientras que la nota media de la EBAU será un 40%.
Primeras pruebas piloto
Con el objetivo de comprobar el grado de adaptación del alumnado a este tipo de prueba con carácter más competencial, así como para testar otras cuestiones como si el tiempo establecido para los ejercicios es el adecuado, el Ministerio de Educación y Formación Profesional acaba de realizar una prueba piloto. En ella, los estudiantes de 1º de Bachillerato (curso en el que actualmente se está aplicando la LOMLOE) de 50 centros distribuidos en 12 comunidades autónomas han llevado a cabo un simulacro de examen adaptado a la nueva ley educativa.
En cada uno de los centros participantes se realizaron dos ejercicios: uno de una materia común (Lengua Castellana y Literatura, Lengua Extranjera o Filosofía) y otro de la materia obligatoria de modalidad que estuviera cursando el estudiante (Dibujo Artístico, Latín, Humanidades y Ciencias Sociales, Matemáticas).
Algunos ejemplos
En la prueba de Lengua Castellana y Literatura los estudiantes pudieron escoger entre un artículo de la escritora Rosa Montero publicado en el diario El País, una copla de Jorge Manrique o un cartel del Ministerio de Sanidad sobre edadismo. A partir de ellos, debían responder a una serie de cuestiones teóricas (tipología textual predominante, métrica de la copla, funciones del lenguaje), analizar la tesis principal de cada texto y elaborar un texto expositivo a partir del tema que se trataba en ellos. Además, el tradicional análisis sintáctico de una oración queda eliminado de la prueba.
Con respecto al examen de Filosofía, la nueva EBAU apuesta por dos bloques compuestos por texto e imagen, en los que el alumnado tuvo que escoger dos propuestas de cada tema. En el primero de ellos los autores protagonistas fueron los filósofos Bertrand Russell y Hannah Arendt, y los estudiantes debían responder a una serie de cuestiones relacionadas con la temática y cuestiones filosóficas principales de los textos. Además, redactaron ellos mismos una nueva versión de las tesis planteadas en los textos a partir de ejemplos actuales que justificasen si sigue siendo necesaria su reflexión.
En el bloque correspondiente al análisis filosófico de imágenes destacaba este enunciado: “Al tratar de comprender el mundo y nuestro lugar en él, nos encontramos con una realidad compleja que nos plantea multitud de interrogantes acerca de su consistencia, la naturaleza del conocimiento, la verdad, la moral, el ser humano, la libertad, las identidades, la sociedad, etc.
En este ejercicio se propone una imagen que sirve para iniciar una reflexión filosófica”. A partir de él, los estudiantes escogieron entre una imagen que representaba una obra artística creada a partir de basura y una ilustración compuesta por un rinoceronte que pintaba cuadros protagonizados por su propio cuerno. El ejercicio consistió en contestar una serie de cuestiones que relacionasen estas imágenes con problemáticas filosóficas y realizaran un análisis crítico sobre ellas.
Habrá que esperar a junio para los exámenes definitivos
Además de los exámenes, los estudiantes que participaron en la prueba piloto tuvieron que completar unos cuestionarios cognitivos, así como unas entrevistas con técnicos del Ministerio y de las comunidades autónomas, con el fin de analizar el impacto de la prueba. Con todos estos datos el Ministerio de Educación y Formación Profesional elaborará un informe a modo de guía para diseñar los exámenes definitivos, que se estima que estarán disponibles el próximo mes de junio.