Entre los lectores de libros electrónicos suele citarse como referencia a Amazon y su Kindle, pero no es la única alternativa en el mercado. Kobo es otra de las firmas especializadas en este tipo dispositivos, y poco a poco está haciéndose un nombre gracias a una amplia variedad de eReaders y a una librería digital que cuenta con más de 6 millones de títulos, de los cuales 140.000 están disponibles en español.
El último modelo en unirse a su catálogo es un Kobo Libra H2O que cuenta con un diseño asimétrico que sitúa los controles físicos para pasar página a un lado de la pantalla, de tal forma que puede utilizarse con una sola mano. Lo interesante es que, gracias a un acelerómetro integrado, el dispositivo detecta con qué mano lo estás utilizando y cambia tanto la orientación de la imagen como la función de estos botones, permitiendo su uso tanto con la mano izquierda como con la derecha. Además, hace posible leer tanto en vertical como en horizontal.
Textos claros
Las páginas también pueden pasarse desde su pantalla táctil de 7 pulgadas, que ofrece una respuesta rapidísima a cualquier toque. De hecho, esta superficie es uno de los aspectos más destacados de este eReader.
Con una resolución de 1.680 x 1.264 píxeles, cuenta con tecnología Carta E Ink (tinta electrónica) y una superficie anti reflejos. Esta combinación hace que textos e imágenes se vean de forma muy clara y la sensación sea parecida a la que se tiene cuando se está ante papel impreso.
Además, incorpora un sistema de iluminación que no se dirige a los ojos, sino a la propia pantalla, garantizando que no se cansa la vista tras un rato de lectura. El brillo es regulable en intensidad, para lo que hay que deslizar el dedo hacia arriba o hacia abajo en el margen izquierdo de la página, pero también en cuanto a tono. De esta manera, se adapta a distintos momentos del día: regula brillo y tono para imitar la progresión del sol, y reduciendo, por ejemplo, la luz azul durante la noche (la pantalla se ve más naranja). Se trata de un sistema útil, sobre todo, porque se puede seleccionar que funcione de forma automática.
Lectura adaptada
El otro gran atractivo de Kobo es su capacidad para adaptarse a las preferencias de lectura cada persona. Su interfaz es muy simple, con un menú principal que muestra los libros leídos, títulos relacionados o sugerencias.
Cuando estás leyendo, por otro lado, se multiplican las opciones. Es posible elegir el tipo de fuente, el tamaño, el espacio entre líneas, los márgenes o la alineación del texto. Además, en la parte inferior aparece el número de la página junto con una pequeña línea que se va oscureciendo por tramos según se avanza en la lectura. Si se pulsa sobre ella, se despliega un completo menú que ayuda a moverse página a página, pudiendo obtener una previsualización de las mismas para localizar más fácilmente lo que se está buscando. Esta característica es muy útil cuando se consultan manuales, por ejemplo.
Además, guarda los últimos tres puntos de referencia consultados, para volver a ellos de forma inmediata. Son sólo algunas de las opciones para navegar por los contenidos porque, de igual modo, ofrece acceso a un índice, a las anotaciones, páginas marcadas o a un buscador para localizar palabras o frases.
A mejorar…
Un detalle más: es resistente al agua. En concreto, cuenta con certificación IP8, que supone que se puede sumergir 60 minutos a dos metros de profundidad. No es una característica pensada para leer bajo del agua, pero sí se agradece para evitar accidentes.
Las sensaciones durante la lectura son muy positivas, aunque hay algunos aspectos a mejorar. Por ejemplo, el diseño. Siendo cómodo, el acabado en plástico hace que no sea todo lo atractivo a simple vista que nos gustaría, aunque no se puede olvidar que se trata de un modelo de gama media. Dicho esto, más importante es que no haya un modelo con conexión 4G para poder descargar los libros desde el catálogo de Kobo: es imprescindible hacerlo a través de Wi-Fi.