En la segunda edición de los Encuentros EDUCACIÓN 3.0 hemos analizado junto a cuatro expertos del sector editorial la importancia del aprendizaje STEAM en el aula. En el debate tampoco ha faltado la reflexión sobre si esta enseñanza tiene su espacio dentro del ámbito educativo o es considerada como una moda pasajera. Pero, ¿qué ocurre con este tipo de aprendizaje cuando hablamos de las alumnas? ¿de qué forma se puede estimular el interés de las niñas por las materias STEAM desde edades tempranas?
Jorge Calvo, moderador, docente y director de Tecnología e Innovación Digital del Colegio Europeo de Madrid comenzó señalando la falta de referentes para las estudiantes: “Aunque creo que estamos haciendo un buen trabajo, hacen falta más referentes femeninos actuales, como pueden ser Nerea Luis Mingueza en inteligencia artificial o Nieves Cubo con el trabajo que está haciendo con el tejido humano y la impresión 3D”.
‘Conectar’ con las inquietudes de las estudiantes
Pilar Peña, jefa de contenidos educativos del ámbito científico-tecnológico de Edelvives, no considera que la educación en el aula sea diferente para los y las estudiantes, pero recalcó que la situación cambia cuando el alumnado femenino tiene que decidir su camino en el ámbito laboral: “Como profesora de Física y Química, yo no educaba de forma diferente al alumnado, de hecho, el porcentaje de mujeres era superior. Pero a la hora de incorporarse al ámbito laboral, la cosa cambia y se prefiere a los hombres”. Sin embargo, Peña se mostró optimista haciendo alusión a dos indicadores: el paso del tiempo y la aparición de nuevas referentes: “A la larga esto va a cambiar”, comentó.
Augusto Ibáñez, director corporativo de educación de SM, coincidió en que la falta de referentes y el desarrollo de expectativas para las alumnas son dos de los problemas que les impiden acercarse al ámbito STEAM. Así, Ibáñez profundizó en la idea de conectar con aquellos sectores científicos con los que el alumnado femenino se siente más atraído: “Creo que es importante no ‘forzar’ las cosas. Según nuestra experiencia, a las chicas les interesa el enfoque intersocial y eso es lo que tratamos de acercarles desde diferentes ámbitos. Se trata de que sientan que la ciencia y la tecnología es una tarea de todos y que se construye en el día a día y de manera conjunta”.
Ibáñez puso como ejemplo de actividad empoderante para las alumnas las ferias organizadas por los colegios relacionadas con este campo. “Es una excelente oportunidad para empoderarlas, ya que muestran a familias y compañeros lo que han hecho adoptando una actitud científico-STEAM. Eso les hace sentir con mucha seguridad y confianza, y suben mucho sus expectativas”, señaló Ibáñez.
Una introducción temprana y nuevas políticas
Luis Miguel Díaz, Business Line Manager en Macmillan Education continuó el debate señalando que la brecha entre chicos y chicas se trata de solventar cuando se encuentran en la tesitura de decidir cuál será su camino profesional, como en Secundaria o Bachillerato pero, en su opinión, se debería empezar antes: “Diferentes estudios realizados a alumnado del primer curso de grados técnicos sobre qué les motiva a la hora de elegir estas carreras muestran que los chicos optan por la empleabilidad, mientras que las chicas lo hacen por lo que pueden aportar a la sociedad. Apostaría por referentes cercanos, que cuenten su día a día, cuál es su granito de arena… e incluso si ha estudiado en ese mismo colegio, mucho mejor”.
Por su parte, Esteban Lorenzo, director de Contenidos Educativos de Edebé, coincidió con el resto de ponentes en la falta de referentes entre las alumnas, pero incidió en la falta de políticas para fomentar un mejor acceso de la mujer a puestos de trabajo STEAM: “Faltan políticas para fomentar el acceso de las mujeres a estos trabajos, programas de igualdad, empleabilidad o de emprendimiento. El 30% de los trabajadores de las empresas tecnológicas son mujeres, pero este porcentaje baja al 10% en áreas como la programación. Por ello, el papel de los referentes es clave. Es importante que haya referentes de éxito y cercanos, como también lo es cambiar la mentalización: cuando las niñas llegan a cumplir entre 12 y 15 años suelen ‘desconectar’ de la tecnología, por lo que es preciso buscar temas que mantengan su motivación e interés”.
El papel del docente y del contenido en la enseñanza STEAM
Como punto y final a este debate los expertos señalaron la importancia de la formación del profesorado. “En etapas como Infantil y Primaria se requiere de formación para el docente y que se convierta en el motor, el que anime y enseñe todas las posibilidades que existen”, indicó Peña (Edelvives). Una cuestión, que como señaló Jorge Calvo, incita a descubrir el talento ‘oculto’ del alumnado. Por su parte, Ibáñez (SM) puso el foco en las expectativas de los docentes y en la importancia de dar más protagonismo de las estudiantes en la comunicación de la ciencia.
Lorenzo (Edebé) también añadió la importancia de contar con recursos educativos igualitarios: “Hay que crear materiales que potencien la igualdad de género y que acerquen el aprendizaje STEAM a las docentes de una manera natural”. A lo que Díaz (Macmillan Education) le añadió un elemento más con el que el cuerpo docente ya cuenta de manera innata: la vocación por enseñar.