‘Olaaa, k tal?’, ‘te hecho de menos’ o incluso ‘asta luego, bss’ son mensajes cada vez más comunes en las redes sociales y grupos de mensajes de muchas personas. ¿Qué tienen en común? Los tres cuentan con numerosas faltas de ortografía y errores gramaticales. En el caso de los niños y adolescentes, considerados como nativos digitales, no están tan familiarizados con la escritura a mano por lo que se guían por el código oral, es decir, escriben tal y como suenan las palabras. Si a ello, se le suma la inmediatez de la escritura en redes sociales y el uso del autocorrector en los dispositivos digitales, muchos de ellos pueden contar con un dominio menor de las reglas ortográficas.
Las diez faltas de ortografía más frecuentes
Los pedagogos de la editorial RUBIO han recopilado las 10 faltas de ortografía que más se repiten entre niños y adolescentes.
- Confusión entre ‘a ver’ y ‘haber’. Suenan igual, pero no significan lo mismo. Mientras que ‘a ver’ es una combinación de dos palabras (una preposición y el verbo ‘ver’), ‘haber’ es un solo verbo en infinitivo.
- Uso incorrecto de la ‘h’. Aunque sea muda, la letra hache puede cambiar el significado de una palabra. Por eso, es importante saber que la expresión ‘echar de menos’ no la lleva, pero en la forma verbal ‘ha ido’ sí se debe poner.
- Intercambiar las letras ‘b’ y ‘v’. Esta es otra letra que puede cambiar el significado de un vocablo. Por ejemplo, mientras que el IVA es el Impuesto sobre el Valor Añadido, ‘iba‘ es el verbo ir conjugado (en primera o tercera persona de singular) del pretérito imperfecto en modo indicativo.
- Abreviaturas incorrectas. Los motivos para acortar palabras son varios, desde ahorrar tiempo hasta ceñirse a los caracteres permitidos en algunas aplicaciones o redes sociales. Las más frecuentes son usar ‘q’ en lugar de ‘que’, ‘tmb’ para sustituir a ‘también’ o ‘sq’ remplazando ‘es que’.
- Un mal uso de la ‘g’ y la ‘j’. Sobre todo cuando van delante de la ‘e’ y la ‘i’, el uso de estas consonantes genera muchas dudas, llegando a verse palabras como ‘lenguage’ en lugar de ‘lenguaje’ o ‘conserge’ en lugar de ‘conserje’.
- Imperativos mal conjugados. Es muy común ver frases como ‘Por favor, entrar a clase’ o ‘cuando lleguéis, subir a mi casa’. Hay que recordar a los estudiantes que estos imperativos terminan con ‘d’ y no con ‘r’, es decir, ‘entrad a clase’ y ‘subid a mi casa’.
- ¿Por qué, porque o porqué? Es otro de los fallos más frecuentes entre los jóvenes, que todavía puede agravarse más al abreviar la palabra a un ‘xq’. Es importante revisar el sentido de la frase para saber cuál es la forma correcta.
- Ignorar los signos de puntuación. Pese a que, en otros idiomas, como el inglés, solo se usa el signo de interrogación o exclamación al final de la frase, cabe recordar que en castellano debe utilizarse también al principio. Esta confusión también existe en otros signos de puntuación, como los puntos, comas, paréntesis o comillas.
- Tildes olvidadas. El uso de las tildes es indispensable para indicar la pronunciación de cada palabra, marcando la sílaba tónica de la misma, pero también se usan en algunas ocasiones para diferenciar palabras que se escriben igual. Un ejemplo serían las palabras ‘público’, ‘publico’ y ‘publicó’.
- Escribir nombres propios en minúscula. A pesar de ser una de las normas más básicas de la ortografía española, es muy común ver los nombres propios de personas o lugares escritos en minúscula. Por eso, hay que recordar al alumnado que María se escribe con mayúscula y Mediterráneo también.