La enseñanza de la programación, la robótica y el pensamiento computacional está llegando de forma progresiva a las aulas de España. Aunque varias Comunidades Autónomas llevan cierta ventaja y han creado asignaturas específicas, otras avanzan de forma lenta y sus alumnos aún no adquieren unos conocimientos que la expertos consideran necesarios en la educación.
Programación en las escuelas
Desde que en 1967 se creara Logo, uno de los primeros lenguajes de programación pensados para la educación, hasta la actualidad, la inclusión de la programación, la robótica y el pensamiento computacional en las escuelas ha ido in crescendo. Fruto de ese crecimiento, la Unión Europea instó en 2014 a los Ministros de Educación de los países miembros a promover la programación informática en las escuelas. Como resultado, 16 de los 28 estados europeos tomaron nota e integraron la programación en el currículo, aunque con diferentes enfoques y en diversos niveles.
Precisamente, para conocer el estado de esa cuestión en las aulas españolas se ha hecho público el estudio ‘Programación, robótica y pensamiento computacional en el aula. Situación en España, enero 2018’, elaborado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (MECD) y en el que ha colaborado el Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado (INTEF).
Las conclusiones que se desprenden del mismo es que en España se está produciendo una lenta y desigual llegada de estos conceptos a las aulas españolas. Muestra de ello es que la LOMCE (2013) solo la aplica como materia optativa: concretamente en Secundaria y en Bachillerato, en las asignaturas de Tecnologías de la Información y Comunicación de 4º de ESO y de 1º y 2º de Bachillerato y en la asignatura de Tecnología de 4º de ESO de la opción de enseñanzas aplicadas a la Formación Profesional.
Por su parte, el currículo básico de Primaria tan solo cuenta con aspectos de competencias digitales (TIC), no estando relacionadas con la programación, la robótica y el pensamiento computacional
Desigualdad territorial
Otro de los aspectos que se extraen del informe es la desigualdad territorial provocada por la falta de inclusión de estas materias en el plan nacional de educación: un estudiante de La Rioja puede cursar toda la educación obligatoria sin haber recibido apenas ningún tipo de formación en relación a estas habilidades mientras que los alumnos de Navarra aprenden estos contenidos en Primaria.
Es concretamente en la comunidad navarra donde los docentes de Matemáticas enseñan a sus alumnos de 4º y 5º de Primaria la destreza de la programación informática; una iniciativa que llegó a sus escuelas durante el curso 2014-2015 y que fue pionera en España por aplicarse desde edades tempranas.
Siguiendo con las políticas navarras, la Comunidad de Madrid y Cataluña las han aplicado tanto en educación Primaria como en Secundaria, siendo las más avanzadas en este aspecto al introducirlo en ambos niveles. En ambas destacan, además, la gran cantidad de programas extracurriculares que realizan. Por ejemplo, más de 22.000 alumnos catalanes de distintas escuelas participan en ‘Scratch Challenge’, una iniciativa para Primaria y los primeros ciclos de ESO que estimula su creatividad con el lenguaje de programación Scratch.
Por su parte, Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Galicia, la Región de Murcia y la Comunitat Valenciana han optado por añadir nuevas asignaturas de robótica y programación en las aulas de Secundaria. Además en todas ellas se realizan actividades extraescolares para fomentar su estudio o jornadas pensadas para que los profesores fomenten las vocaciones STEM en los alumnos.
Por último,en otros territorios la situación es bastante desoladora: Cantabria no ha creado ninguna asignatura al respecto ni ha incluido la programación, la robótica y el pensamiento computacional otras ya existentes. En esta línea, La Rioja e Illes Balears tampoco ha creado ninguna asignatura nueva, aunque si las mencionan en Tecnología de 4º de la ESO y en bloques específicos de Bachillerato.