¿Qué ocurría si trasladaran la aclamada educación infantil de Finlandia a otro de los sistemas que lidera las evaluaciones internacionales, con características totalmente distintas: China? ¿Cómo sería la suma de ambos contextos? ¿Y sus principales retos? Lo cuentan a EDUCACIÓN 3.0. la directora y profesores de la HEI School, la primera escuela Infantil cofundada por la Universidad de Helsinki que abre sus puertas en el extranjero. Se encuentra en Baoutou, la mayor ciudad de Mongolia interior, en China. Durante 2018, esperan abrir nuevas escuelas con este formato en Australia, China, Finlandia y Latinoamérica.
“El modelo finlandés implica menos rankings, menos competencia y menos elementos estresantes para los niños que muchos otros"
Baoutou, Mongolia interior, 37 minorías chinas conviven en esta ciudad de más de 2,7 millones de habitantes, que en la antigüedad fue habitada por nómadas mongoles. Solo los largos inviernos, con temperaturas que a menudo caen por debajo de -15 °C y una escuela recuerdan –a duras penas— un poco a Finlandia.
Una escuela finlandesa en China
La HEI School de Baotou abre a las 8 de la mañana y comienza con un desayuno. Después, los niños juegan un rato, antes de reunirse en un círculo que denominan “HEI Time”, que incluye pequeñas actividades como circulo de felicitación, canciones o acertijos. “Es un momento muy bonito para saludar a los niños por la mañana, en el que comparten las actividades de la noche, promueven sus habilidades lingüísticas y practicar el intercambio de vivencias”, explica la maestra china Kai Zhou, de 29 años. También es uno de los momentos del día preferidos para la maestra Li Xin “Olivia, de 24 años, cuando “cantamos canciones, contamos o compartimos cómo fue el fin de semana”.
La escuela cuenta con tres grupos. Cada grupo tiene tres profesores –un maestro finlandés y dos profesores chinos— y un máximo de 25 niños. Todos los maestros hablan inglés y un maestro también les habla chino a los niños. “Los grupos son de edades mixtas, es decir, cada grupo cuenta con niños de entre 3 y 6 años”, especifica la directora del centro Reetta Kaasalainen. Tras el HEI Time, es la hora de aprender jugando con actividades guiadas por el maestro y juego libre, que cubren la música, la ciencia y la expresión visual e incluye colaboración y resolución de problemas. A la maestra Wang Kezi o “Alice”, en sus clases, le gusta explorar, “por ejemplo, enseñar a los niños cómo afectan los diferentes líquidos a la cáscara de un huevo, para que entiendan comprender cómo dañarán sus dientes y cómo protegerlos.”
A continuación, los niños tienen la libertad de elegir la obra que les gusta utilizando HEI Play Chart. La maestra Zoe, de 25 años, menciona una película que rodaron con los niños el mes pasado: “Vimos una película de dibujos animados juntos, discutimos cómo hacerla y repartimos responsabilidades. Los niños crearon todo: los accesorios, los títeres, la música…” Cuando terminó la película, invitamos a los padres al estreno, que por supuesto incluía la venta de entradas y refrigerios para ellos”, recuerda.
Tras el juego, es hora de comer. Los pequeños se sirven el almuerzo y limpian su espacio al terminar. “Alentamos a los niños mayores a ayudar a los más pequeños, si es necesario”, explica la directora. Luego, toca dos horas de siesta. Los maestros leen un cuento para que se queden dormidos. Por la tarde, proponen talleres, con exploraciones y experimentos libres, después cuentacuentos, con preguntas abiertas del maestro, que pide a los niños que utilicen un nuevo vocabulario y por último la cena antes de que lleguen los padres, con los que niños y maestros hablan de lo que pasó en la jornada, todos los días.
Una start-up que universaliza el Infantil de Primaria
Detrás de esta “start-up que universaliza el sistema de enseñanza Infantil de Finlandia”, como define la organización a las HEI School, se encuentra la doctora Pilvi Torsti, que fuera secretaría de Educación de Finlandia con la ministra de Krista Kiuru durante un breve período (2013-2015). La doctora Torsti tuvo la idea de fundar estas escuelas cuando estaba en el gobierno: “Al recibir tantas preguntas de otros ministros y profesionales interesados en el modelo de educación de Finlandia y sobre cómo podría implantarse en sus países”, explica la directora Kaasalainen, que considera que “el modelo finlandés implica menos rankings, menos competencia y menos elementos estresantes para los niños que muchos otros. Animamos a los niños a ser curiosos, a hacer preguntas y buscar respuestas, a usar su imaginación y creatividad, a expresarse de diversas maneras y, por supuesto, enfatizamos la importancia del juego. Creemos que todo esto se puede hacer sin sacrificar los resultados de aprendizaje académico”, sostiene la directora.
Finlandia lleva la contraria: más juego y menos rankings
Mientras en otros sistemas educativos cada vez se enseña a leer antes y se juega menos, uno de los rasgos del sistema educativo de Finlandia, junto a la gratuidad y la flexibilidad, es que la educación obligatoria comienza más tarde, a los 7 años y los primeros años se dedican, básicamente, a jugar. Una rareza en la Era de la competitividad y los rankings, que han convertido los primeros años de la infancia en una carrera por quién empieza antes a leer, lo que es ya un fenómeno global. La Universidad de Virginia encuestó a maestros de Infantil estadounidenses entre 1988 y 2010. De sus repuestas concluyeron que se había adelantado la alfabetización, a la vez que el tiempo dedicado a las artes o la música había disminuido significativamente y los libros de texto y ejercicios se habían multiplicado, recuerda la revista The Atlantic en el artículo ‘Los analfabetos y felices alumnos de Infantil de Finlandia’.
“El reto es que los padres chinos acepten el camino finlandés”
¿Qué hace una escuela de Finlandia en China y precisamente aquí? “China, como muchos otros países también, se ha dado cuenta de la importancia de la educación de la primera infancia de alta calidad y existe una gran demanda”, explica la directora, que aclara que eligieron Baotou “porque hemos creado buenas relaciones personales aquí y la oficina de educación local compartió la misma visión y valores que nosotros”. “También tenían locales listos para una escuela infantil que permitieron que el proyecto avanzara rápidamente”.
Li Xin asegura que ve a los niños felices en la escuela. La diferencia que aprecia con otras escuelas chinas es que aquí, “los niños tienen más libertad en relación a las reglas” y “el papel de los maestros es más de colaborador”. Piensa que el propósito de la educación “es aprender, no competir” y su principal reto, dice, es “dar a los niños más espacio para explorar todo por sí mismos, no solo para guiarlos.” Para la profesora Wang Kezi, la principal diferencia entre el modelo chino y finlandés “es la cultura de la enseñanza” , su principal desafío “es comprender y aceptar el ‘camino finlandés” y “el reto para la escuela HEI es conseguir que los padres chinos acepten el camino Finlandés y construir una buena conexión con la escuela primaria pública china. A esto se suman “los diferentes antecedentes culturales, la gran población y contar con un equipo docente de alta calidad”, conviene la maestra Zoe.
Para la directora, las principal diferencia entre el sistema finlandés y el chino es “la forma en que se ven los niños”. “En Finlandia, hacemos hincapié en la voluntad de los niños y su participación activa y los respetamos como individuos y como lo que son en este momento, no como lo que serán en el futuro. En China, por lo que he observado, al visitar las escuelas de infantil locales, se ve a los niños más como receptores de la educación”. También cree que en otros modelos, “la importancia del juego no puede enfatizarse lo suficiente. Como sabemos, el juego estimula varias habilidades, como la fantasía, la empatía, la comunicación, el pensamiento simbólico, así como la colaboración y la resolución de problemas.
Nuestra directora de pedagogía Lasse Lipponen siempre dice que los adultos tendrían grandes problemas si tuviéramos que enseñar a los niños todas las habilidades que aprenden a través del juego. ”Para ella, uno de los puntos fuertes del sistema educativo finlandés, “es que se basa en la investigación”. “Sabemos cómo los niños aprenden mejor y usamos este conocimiento para educarlos. En Finlandia también contamos con docentes altamente educados y, como sabemos, los docentes realmente importan cuando hablamos de la calidad de la educación.”
El principal desafío que encuentra, dice, “es encontrar un equilibrio entre la forma local y el enfoque de las HEI Schools”. Algo que, reconoce, “es sin duda un desafío que también enfrentaremos en otros lugares”. Lo ve como una oportunidad “para aprender de otras culturas y sistemas educativos y, a partir de ese conocimiento, desarrollar nuestro propio concepto para ser verdaderamente los mejores del mundo”.