Hoy en día son muchos los centros educativos de todo el mundo que avanzan en la introducción de plataformas educativas o Learning Management System (LMS). Gracias a ellas, consiguen un seguimiento individualizado de las habilidades de los alumnos para poder obtener en segundos la medición del avance en los contenidos, reconocimiento de voz y videoconferencias. También permiten tener comunidades en las que los alumnos pueden practicar los conocimientos adquiridos en un entorno amigable (multidispositivo) y cercano, dando facilidades al profesor o al administrador de la comunidad para asegurarse del buen trabajo en colaboración de todos los estudiantes.
Elegir una plataforma educativa
Las posibilidades de estas plataformas educativas son patentes sobre todo dentro del aula, con el seguimiento pormenorizado de las habilidades lingüísticas, reflejando en segundos las destrezas o flaquezas del alumno, y permitiendo ahorrar mucho tiempo de gestión a los profesores y dando mayor garantía de participación y mejora al alumnado de idiomas. Así, los contenidos utilizados generan una simbiosis perfecta entre la plataforma educativa y la cercanía y el grado de conocimiento del tutor, con lo que se consigue un aprendizaje natural y progresivo al estar todos los materiales integrados en un mismo entorno de trabajo y de comunicación.
Conscientes de la importancia de lograr un mejor aprendizaje y simplificar las tareas de los profesores para poder encontrar fácilmente una solución a las carencias y dificultades del día a día dentro de nuestras aulas, ¿qué requisitos mínimos debemos tener en cuenta antes de elegir una buena plataforma educativa?
Según el experto en eLearning José Barquero, que lleva dedicado a la formación on line más de 15 años en Computer Aided Elearning (CAE), “es importante que a la hora de elegir contenidos para nuestras aulas busquemos siempre SCORM 100% compatibles con entorno web, es decir, HTML5. Y es que así funcionarán en múltiples dispositivos (PCs, tabletas, smartphones…). También hay que intentar que tengan apps para iOS y Android, pero que a su vez permitan la integración de contenidos, posibilitando un seguimiento detallado de las habilidades de los alumnos a nivel individual y con una comunidad virtual para compartir y practicar los contenidos aprendidos; eso sí, siempre con seguridad de que no esté abierto a redes sociales sin control del centro educativo. Si el LMS permite que esté cerrado sólo al centro o a centros educativos, tendremos una mejor garantía de la seguridad y contenido publicado en la comunidad”.