La obesidad infantil es un fenómeno que afecta a 124 millones de niños y niñas de entre 5 y 19 años en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Concretamente en España, 1 de cada 3 menores de entre 8 y 16 años sufre sobrepeso u obesidad, como constata el estudio PASOS de la Gasol Foundation. Para todos ellos, el ejercicio físico es esencial. Pero no todos tienen la misma facilidad para practicarlo: diversos estudios apuntan a que las desigualdades sociales determinan en gran parte los hábitos de vida de los niños y niñas, y, por tanto, su salud.
De hecho, un reciente artículo científico publicado en la revista PLOS ONE ha constatado que tanto el nivel de caminabilidad de los barrios como la situación socioeconómica de las familias son factores clave en la actividad física y en el tiempo dedicado a caminar, a jugar en movimiento y a practicar deporte en particular.
Se camina más en las ciudades
Para llegar a esta conclusión los autores de este artículo, titulado ‘Walkability and socio-economic status in relation to walking, playing and sports practice in a representative Spanish sample of youth: The PASOS study’, han analizado los hábitos de más de 3.000 jóvenes de 8 a 16 años de 121 localidades españolas, concluyendo que el nivel de caminabilidad del entorno afecta de forma determinante a la hora de que los menores se desplacen a pie.
Así, por ejemplo, en las ciudades este nivel de caminabilidad está asociado significativamente al total de minutos dedicados a la práctica de actividad física moderada o vigorosa en general; mientras, en los entornos rurales se vincula con los minutos diarios dedicados a la práctica deportiva.
Por su parte, crecer en un barrio con un menor nivel socioeconómico se correlaciona con una menor práctica deportiva durante el fin de semana y con un menor cumplimiento de las recomendaciones de actividad física moderada o vigorosa diaria.
Desigualdades sociales
A la vez, el artículo analiza cómo se relacionan las dos variables del entorno: nivel de caminabilidad y nivel socioeconómico. Los resultados muestran que en los barrios con baja caminabilidad y bajo nivel socioeconómico los menores dedican menos tiempo a desplazarse a pie y a jugar en movimiento. Esta asociación es especialmente relevante para el caso de los niños y niñas que crecen en una ciudad respecto a los que viven en un entorno rural.
Tanto para entornos rurales, donde la renta no juega un rol tan importante, como en el entorno urbano, la facilidad para caminar alrededor del hogar, la escuela y los principales puntos de interés se relaciona con un mayor cumplimiento de las recomendaciones de práctica de actividad física.