Es posible que el alumnado de finales de este primer cuarto de siglo y las siguientes generaciones dejen de memorizar conocimientos sobre Matemáticas, Ciencias de la Naturaleza o Geografía e Historia. También puede ser que quede atrás la tradicional división por asignaturas y materias compartimentadas, y con horarios rígidos. La tendencia actual es educar por competencias.
Gran parte de los docentes, estudiantes y familias así lo reclaman y, de hecho, la nueva ley educativa, la LOMLOE (Ley Orgánica de Modificación de la LOE), propone educar por competencias (en comunicación lingüística, aprender a aprender, ciudadanía o digital, entre otras) para que los alumnos tengan la capacidad de realizar cualquier tarea aplicando los conocimientos adquiridos durante su etapa escolar obligatoria. La LOMLOE trae consigo una profunda reforma del currículo, que cambia la forma de llevar a cabo el proceso de enseñanza y aprendizaje (sobre qué, para qué y cómo se enseña) y, por tanto, también el papel de los profesores, además de cómo se debe llevar a cabo la evaluación.
Competencias clave
Hay que tener en cuenta que la LOMLOE no introduce cambios radicales respecto a anteriores leyes educativas. El aprendizaje por competencias estaba incluido en la Ley Orgánica de Educación (LOE), de 2006, y se mantuvo en la posterior reforma de 2013 (LOMCE). Sin embargo, en estas dos normativas todavía quedaban algunas lagunas, como cambiar la forma de evaluar al alumnado. También es una tendencia que están siguiendo en los últimos años diferentes países de todo el mundo: desde Europa, hasta Asia, pasando por Latinoamérica. Veamos ahora cada una de las ocho competencias fundamentales que deben desarrollar los alumnos, según estos principios:
1. Comunicación lingüística. Identificar, expresar, crear, comprender e interpretar sentimientos, hechos u opiniones de forma oral y escrita, en diferentes soportes, contextos diversos y con distintas finalidades.
2. Plurilingüe. Utilizar diferentes lenguas, de forma adecuada, para el aprendizaje y la comunicación.
3. Matemática, y en Ciencia, Tecnología e Ingeniería (STEM). Comprender el entorno utilizando el método científico, el pensamiento crítico o la tecnología, entre otros sistemas, para transformarlo de modo responsable y sostenido.
4. Digital. Hacer un uso seguro, crítico y responsable de las TIC en los ámbitos educativo, laboral y social.
5. Personal, social y de aprender a aprender. Reflexionar sobre uno mismo, gestionar el tiempo y la información eficazmente, cooperar con otras personas, mantener la resiliencia y la capacidad de aprendizaje a lo largo de toda la vida.
6. Ciudadana. Actuar como ciudadanos responsables y participar activamente en la sociedad, así como fomentar la ciudadanía mundial y mantener el compromiso con la sostenibilidad.
7. Emprendedora. Tener creatividad e iniciativa para pasar de las ideas a la acción.
8. Conciencia y expresión cultural. Mantener una actitud respetuosa para comprender las distintas manifestaciones culturales y artísticas que existen.
¿Cómo puede evolucionar el sistema educativo con estos cambios? Aunque para los expertos queda mucho trabajo por hacer en Educación y es necesario que se sumen muchas personas en la mejora y desarrollo de la educación.
Educar por competencias: buenas prácticas
Además de conocer diferentes materiales y soluciones que promueven el aprendizaje por competencias, también conocerás las experiencias prácticas del Colegio de Infantil y Primaria San Juan Bautista (San Juan del Puerto, Huelva) y del Colegio Internacional de Sevilla San Francisco de Paula (Sevilla).
Este artículo está compuesto de unos pocos extractos del amplio reportaje ‘Educar por competencias: enseñanza y aprendizajes contextualizados’ publicado en el número 46 (mayo-julio) de la revista EDUCACIÓN 3.0 impresa.