¿A qué edad es conveniente hablar de sexo con los hijos? Según la sexóloga María Hernando, lo aconsejable es empezar a tratar la sexualidad con naturalidad entre los 2 y 4 años, momento en el que se forma su identidad sexual. La sexóloga resalta que lo importante es que se sientan seguros de sí mismos. En este artículo encontrarás esta y otras claves para tratar este tema con los niños.
Hablar de sexo con los hijos
Muchos padres temen enfrenarse al momento en el que deben hablar de sexo con sus hijos pero, tal y como afirman diversos sexólogos, este tema es importante para cuidar la educación sexual de los niños: esta es la base para que desarrollen relaciones sanas en el futuro.
Uno de los principales consejos es “hablar de sexualidad –que no sexo–, ya que es un ámbito mucho más amplio y que no sólo incluye una sexualidad genitalizada o la anatomía, sino un conjunto de prácticas físicas y sobre todo emociones y sentimientos”, reconoce María Hernando, sexóloga de La Comunidad del Sofá, un espacio de dialogo sobre sexualidad. Esta especialista recomienda, además, un diálogo adaptado a la edad del niño y que tenga siempre en cuenta su nivel de compresión.
“Es importante que hagamos que nuestros hijos se sientan seguros de sí mismos y darles las herramientas para que puedan mantenerse fieles a lo que realmente quieren y no a lo que la sociedad les ofrece mediante distintos canales como realities, porno o lo que ha hecho un amigo”, comenta.
La sexualidad según la edad
Entre los 2 y 4 años los niños configuran su identidad sexual. A partir de esa edad empiezan a tener curiosidad por su cuerpo y el de los otros niños. Aprovechando que en la escuela trabajan la anatomía, es importante para normalizar el diálogo que los padres expresen de manera natural términos como ‘pene’ o ‘vulva’.
Por su parte, los roles de género se enmarcan entre los 4 y 6 años. Una época en la que no hay que estereotipar comportamientos y dejar que los niños exploren y jueguen con todo tipo de juguetes.
Hernando declara que a partir de los 5 y hasta los 8 años es cuando definen su orientación sexual y cuando los padres tienen que estar pendientes. Aquí aparecen las primeras bromas y descubren la feminidad o masculinidad a través del juego. La sexóloga recuerda a los padres que en esta etapa es clave no escandalizarse ante preguntas como: “¿Soy una marimacho por jugar a fútbol?” o “¿puedo tener más de un novio/a?”. Aconseja que lo correcto es responder siempre de manera tranquila y natural.
A partir de los 7 años comienza la pre-pubertad y es un buen momento para ir explicándoles los cambios que se producirán en su cuerpo. Así, con la llegada de los 9 años no se culpabilizarán por autoestimularse conscientemente. Es desde esta edad y hasta los 12 años cuando tendrán la necesidad de tener intimidad con los amigos y en la que surgirán los primeros enamoramientos. En este sentido, la especialista recuerda que hay que tener en cuenta que a nivel físico-químico el cerebro funciona igual a los 12 que a los 40 años. Cabe tomarse en serio sus emociones, mantenerse comprensivo y acompañarles en todo este proceso de cambio hormonal y físico.
Finalmente, a los 12 años se inicia la edad adulta a nivel sexual y es básico tener la máxima comunicación con los hijos. Entre otros, hay que empezar a hablar de anticonceptivos y de relaciones de pareja saludables. De esta manera, tal y como recuerda Hernando, si se han seguido las pautas tratadas anteriormente, los hijos verán a los padres como un referente ante cualquier conflicto.