La convivencia escolar se construye a través de las relaciones que se producen entre todas las personas que forman parte de la comunidad educativa y será positiva si se realiza desde el respeto, la aceptación de las diferencias y de las opiniones de todos en un plano de igualdad. Así lo explica el Estudio Estatal de la Convivencia Escolar en Educación Primaria elaborado por el Ministerio de Educación y Formación Profesional, que recoge las impresiones de más de 37.000 alumnos, docentes, familias, equipos directivos y de orientación en relación con la calidad de la convivencia, los obstáculos a la convivencia y las condiciones para construir la convivencia en la etapa escolar. Una de sus principales conclusiones: en España es bastante buena.
Calidad de la convivencia
Las valoraciones de los cinco grupos respecto a la calidad global de la convivencia son positivas, con puntuaciones medias por encima de los 8,19 sobre 10. El colectivo con una mayor valoración global es el alumnado, con una media de 9,24. En particular, destaca la calidad de la relación entre familia y escuela (9,41) y de la relación entre docentes y alumnos (8,86). La dimensión con menor puntuación es la relación con los propios compañeros, aunque se mantiene en valores muy positivos (8,38).
Obstáculos a la convivencia
Pese al buen clima general, un 9,53% del alumnado señala haberse sentido acosado y un 9,2% haber sufrido ciberacoso. Del mismo modo, el 4,58% admite haber acosado alguna vez y el 4,62% haber ciberacosado a algún compañero. Cuando han presenciado una situación de acoso, el 30,9% de los alumnos y alumnas confiesa habérselo comunicado a un profesor, el 20,17% a un familiar y el 14,8% a otro estudiante; mientras, el 9,83% señala haberse enfrentado al acosador y el 7,17% no supo qué hacer.
En general, se producen conflictos menores con frecuencias medias-altas, según afirman el profesorado, los equipos directivos y las estructuras de orientación. Estos conflictos tienen que ver con el boicot, ruido permanente, interrupciones en el aula, faltas de respeto del alumnado hacia el profesorado o hacia sus compañeros; seguido de agresiones, peleas entre el alumnado y pérdida de tiempo en clase, que produce fracaso escolar individual y grupal.
Condiciones para construir la convivencia
Respecto al análisis de las condiciones para construir la convivencia, el informe resalta la valoración general positiva que hace tanto el alumnado como las familias de las habilidades de sus profesores para crear esas buenas condiciones, con medias que superan los 7 puntos sobre 10 en todas las dimensiones. En concreto, el cumplimiento de las normas de convivencia se valora de forma positiva por el alumnado (8,37), las familias (7,07) y el profesorado (8,26).
Entre los últimos, el estudio detecta una demanda de mayor formación. Por ejemplo, en el análisis realizado sobre la percepción del abuso sexual infantil, se observa que los docentes, los equipos directivos y las estructuras de orientación consideran que es una realidad inexistente en sus centros. “Aunque es difícil saber cuál es la frecuencia real del problema, Save the Children (2017) manifiesta que, en Europa, entre un 14% y un 28 % de las niñas y un 4% y un 12 % de los niños han sufrido abuso sexual en su infancia, lo que podría hacernos pensar que es una realidad muy invisibilizada de la que puede que no estemos teniendo constancia”, concluye la investigación. Esta línea subraya la necesidad de formar al profesorado y profesionales de la educación sobre la detección del abuso sexual infantil.
Propuestas educativas
El estudio recuerda que mantener una buena convivencia escolar incide directamente en la calidad educativa, mejorando el rendimiento académico, el bienestar y la autoestima de los estudiantes y previniendo diferentes expresiones de violencia como el acoso escolar. Por eso, realiza una serie de propuestas educativas para mejorar la convivencia, como elaborar las normas de convivencia de aula con la participación del alumnado, intensificar la formación inicial y continua del profesorado o agilizar la carga burocrática en la gestión de la convivencia escolar en los centros educativos.