Una forma de aprender una nueva lengua es viajar al país de origen, así además de utilizarla (sin más remedio), se puede conocer su cultura, su gente y sus rincones. Linguago, una plataforma internacional que ofrece cursos académicos en el extranjero a jóvenes y adultos, nos cuenta los pasos a seguir para preparar un viaje de inmersión lingüística.
1. Encontrar el curso más adecuado
No hay excusa, Internet ofrece cantidad de escuelas y agencias con las que poder encontrar el curso adecuado al nivel de cada usuario. Herramientas de búsqueda como Linguago permiten comparar en directo los precios de diferentes cursos y alojamientos para reservar un viaje adaptado a todas las necesidades. Las posibilidades son infinitas, tan sólo se requiere elegir el idioma a aprender y el destino, sin importar la edad.
2. La clave: practicar
Viajar a un país en inmersión lingüística no asegura progresar en ese idioma, es imprescindible tomárselo en serio y no olvidar nunca la meta. La actitud y una postura activa son factores fundamentales para conseguir el objetivo marcado. Por definición, el uso de una lengua es un acto social, así que ¡fuera vergüenza! Hacer amigos en el extranjero es mucho más fácil de lo que se piensa. En este entorno, todo el mundo está abierto a conocer gente nueva. Sería un error tratar sólo con personas de nuestra misma nacionalidad. Por ello, es aconsejable viajar solos. Así, para comunicarse no habrá más remedio que relacionarse con los demás y esto incluye a los propios habitantes del país.
3. Perseguir tu objetivo
Un viaje lingüístico al extranjero es una de las formas más motivadoras y eficaces para aprender otro idioma porque permite conocer otra parte del mundo, explorar y descubrir nuevos paisajes y culturas al mismo tiempo que se utiliza su lengua. Además, supone una experiencia única y de gran satisfacción personal.
4. Escoger alojamiento
Elegir donde hospedarse es uno de los aspectos más importantes para experimentar una inmersión lingüística completa y satisfactoria, ya que es donde se pasará gran parte de la estancia. Es recomendable elegir un tipo de alojamiento que aporte la posibilidad de seguir avanzando en el idioma y que permita el contacto con la gente local. En este aspecto, es mejor optar por una residencia que por un hotel, ya que la primera opción ofrece un ambiente propicio para relacionarse con otras personas de diferentes países. Otra buena elección es vivir con familias de acogida, lo que supone conocer directamente su vida cotidiana y aprender expresiones y términos utilizados en su día a día que no se enseñan en clase. Esto permite progresar más rápidamente.