Según datos recogidos por Unicef, el confinamiento disparó el uso de las pantallas en menores: antes de la adopción de las medidas de cuarentena, solo el 15% de los niños y niñas españoles usaba estos dispositivos más de 90 minutos al día; durante el confinamiento, ese porcentaje aumentó hasta el 83%. Y es que la educación online y la necesidad de sustituir, al menos en parte, las lecciones tradicionales por la conexión a plataformas y la comunicación a través de Internet, llevaron a un aumento significativo del tiempo que los niños y adolescentes pasan conectados.
Aumento de los riesgos
Con el incremento del tiempo que los menores pasan en la Red, también aumentan los riesgos a los que se exponen a causa de la despreocupación o su uso imprudente y descontrolado. Las principales amenazas a las que se enfrentan los menores en Internet se concentran en prácticas de ciberacoso o ciberbullying, prácticas de sextorsión, el acceso a contenido inapropiado o la revelación de información por parte de los menores, así como el online grooming o ciberembaucamiento; un delito por el cual una persona adulta contacta electrónicamente con un menor para ganarse su confianza e involucrarle en una actividad sexual.
Según el informe ‘Violencia Viral’, elaborado por Save the Children, en 2019 los tipos de violencia más sufridos por los menores son la exposición a contenidos de carácter sexual y o violento sin consentimiento, un 51,12% afirma haber sido víctima en alguna ocasión. En segundo lugar de ciberseguridad, se sitúa el ciberacoso: un 39,65% de los menores ha sido víctima al menos en una ocasión y el 27,43% entre una y dos veces. El tercer ciberdelito más habitual es el online grooming, por el que un 21,45 % de los menores ha sido víctima durante su infancia.
Una atípica vuelta al cole
Los ciberdelincuentes no han dejado pasar ni un instante para aprovechar esta pandemia mundial en su propio beneficio. Y es que, tal y como desvelaba el informe ‘El estado de la seguridad en la nube 2020’ de la empresa de ciberseguridad Sophos Iberia, hasta el 57% de las empresas españolas han reconocido haber sido víctimas de ciberataques por malware, ransomware, robo de datos, intentos de comprometer sus cuentas o cryptojacking. Y es algo que no solo afecta a las empresas, ya que los ataques a las conexiones entre los hogares de los estudiantes y los servidores de los centros educativos y/o profesores son otro jugoso objetivo para estos mismos cibercriminales.
Además de la presencia constante de estas amenazas en Internet, los cibercriminales también aprovechan la vulnerabilidad de los menores para acceder a sus dispositivos y robarles su información. Para prevenir un aumento de los riesgos y permitir una vuelta al cole atípica pero con la ciberseguridad de los jóvenes, los expertos en ciberseguridad de la firma de seguridad muestran cuáles deben ser las 5 claves y aspectos fundamentales para hacer que el uso de dispositivos y de la red sea lo más seguro posible:
- Contraseña = protección.
Es importante explicar a los menores la importancia de la privacidad y ciberseguridad con los comportamientos que deben seguir y qué deben evitar en la web, así como hacerles conscientes de los riesgos que pueden correr. Los niños y jóvenes también utilizan Internet para informarse y comprender qué está ocurriendo con la crisis del coronavirus, además de para luchar contra el aburrimiento. El uso de una buena contraseña y la importancia de no repetirlas ni compartirlas, les ayudará a proteger sus movimientos en la Red.
- Comprueba los sitios a los que acceden
El tipo de canales de entretenimiento que visitan con frecuencia. Este pequeño gesto por parte de los padres les permitirá conocer los hábitos de navegación de sus hijos y poder intervenir con rapidez si se encuentran con situaciones peligrosas.
- Protege tus dispositivos con el Control Parental.
Para obtener una protección completa contra el malware avanzado, es necesario implementar una solución antivirus. Además, se recomienda dedicar tiempo a configurar el control parental con cuidado. Según un Informe de Save the Children, el 52% de los menores no tenían restricciones para acceder a Internet, y entre los que sí tenían limitaciones por parte de sus padres, estas se basaban en el límite de horas y la explicación de los riesgos. Para una conexión segura de los niños no basta con tener el Control Parental activado, es esencial configurar funciones específicas que ayuden a controlar lo que los menores pueden ver y lo que deben evitar.
- Redes sociales: mucha precaución.
Es necesario explicar a los niños que es muy difícil eliminar algo de Internet de forma fiable una vez que se ha compartido y que, por eso, hay que seguir las mismas reglas que siguen en su vida cotidiana en la escuela, con la familia o con los amigos. Una forma sencilla y eficaz de enseñar a los niños y adolescentes a asumir las consecuencias de lo que comparten y comentan en Internet es hacer que lo digan en voz alta: si es algo que nunca dirían en la vida real mirando a otra persona… entonces no deberían tampoco decirlo en un contexto virtual.
- Su información puede ser tu información.
En ocasiones se comparten los dispositivos móviles (ordenadores, tabletas, móviles) con los hijos. En estos dispositivos se suele tener guardada información sensible como contraseñas, números de tarjeta de crédito o débito e incluso tener accesible información de la empresa. Es importante revisar que no puedan acceder a las cuentas, realizar pagos sin consentimiento y, sobre todo, en caso de ser la herramienta de trabajo, proteger estos dispositivos con sistemas de protección.