Qué son los arcos de evaluación y cómo utilizarlos en el aula

Gracias a ellos es posible evaluar el aprendizaje de los estudiantes de manera continua y progresiva, en lugar de hacerlo en momentos aislados del proceso educativo. Explicamos cómo aplicarlos en el aula.
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Arcos De Evaluación

La evaluación permite medir el progreso de los estudiantes y ayudarles a mejorar en aquellos aspectos en los que tienen más dificultades. Pero es importante recordar que evaluar no solo significa poner nota a un examen tras estudiar el temario de un libro de texto o dar una calificación cuando se acerca el final del curso académico. En realidad, son muchos los aspectos que, como docente, hay que tener en cuenta y en los que el estudiante tiene un papel esencial.

Queda muy claro en la LOMLOE que, en su Artículo 20, estipula que “la evaluación del alumnado será global, continua y formativa, y tendrá en cuenta el grado de desarrollo de las competencias clave y su progreso en el conjunto de los procesos de aprendizaje”. Y es que la ley apuesta, por ejemplo, por realizar evaluaciones iniciales que permiten hacer un diagnóstico de las competencias y necesidades del alumnado. Es por ello que cada vez más docentes optan por métodos alternativos de evaluación o por herramientas y estrategias que permiten valorar matices diferentes. 

Una muestra son los arcos de evaluación, una herramienta que evalúa el aprendizaje de los estudiantes de manera continua y progresiva a lo largo del curso, en lugar de hacerlo en puntos aislados del proceso educativo, ya sea un trimestre, un curso completo o incluso varios años. Por eso, a diferencia de pruebas tradicionales como un examen final, los arcos de evaluación abarcan una serie de momentos de evaluación a lo largo de un período determinado. De esta manera, permiten a los docentes recopilar información sobre el desarrollo de los estudiantes de forma constante, para luego analizar su evolución. 

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¿Cómo funcionan los arcos de evaluación y cuáles son sus beneficios?

El primer paso para empezar a trabajar con los arcos de evaluación es identificarlos objetivos de aprendizaje que se desean alcanzar. A partir de ahí, los docentes deben definir las actividades y herramientas de evaluación que utilizarán para recoger datos sobre el progreso de los estudiantes en diferentes momentos del proceso. Además, el profesorado puede emplear diversos métodos para ello como, por ejemplo, autoevaluaciones y coevaluaciones que fomenten la reflexión sobre el propio progreso, exámenes periódicos, trabajos con los que los estudiantes recopilen evidencias de su trabajo… Y cada evaluación realizada en estos intervalos se suma a un panorama general que, al final del arco, ofrece una visión completa del proceso de aprendizaje.

Arcos De Evaluación
Imagen procedente del perfil de X de @gustavolorente1

Pero, ¿qué beneficios trae consigo utilizar este tipo de herramienta de evaluación? El primero de ellos es que proporciona una visión holística del aprendizaje pues, al evaluar de manera constante y a lo largo del tiempo, los docentes pueden obtener una imagen más real y detallada del desarrollo de sus estudiantes, observando no solo los resultados finales, sino también los procesos que llevan a esos resultados.

Por otro lado, permiten una mayor personalización del aprendizaje, gracias a que al identificar puntos fuertes y débiles a lo largo del proceso, los docentes pueden adaptar su enseñanza para satisfacer las necesidades individuales de cada estudiante, ofreciendo apoyo personalizado donde sea necesario. Y otro aspecto clave es que fomentan la autonomía de los estudiantes, a través de la autoevaluación y la reflexión. De esta manera, el alumnado desarrolla una mayor conciencia sobre su propio aprendizaje, lo que fomenta habilidades de autorregulación y autonomía.

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