El aprendizaje intergeneracional es una estrategia metodológica que consiste en que personas de generaciones diferentes aprenden las unas de las otras. Cada una de ellas comparte sus habilidades, competencias, destrezas, experiencias y conocimientos dando lugar a una enseñanza mediante el contacto, la observación y el intercambio de ideas.
Hay que tener en cuenta que no basta con juntar a menores con mayores, sino que es necesario un proceso en el que se analicen cómo se adquieren los conocimientos y qué necesidades tienen ambos grupos. Por su parte, las actividades son periódicas, pensadas y programadas, de carácter lúdico y destinadas a alcanzar unos objetivos. Asimismo, es importante la reciprocidad porque la reversibilidad de los roles de enseñante y aprendiz ofrece una excelente oportunidad para dar lugar a un proceso de enseñanza-aprendizaje bidireccional con las ventajas que esto supone para cada una de las partes
Beneficios de los encuentros intergeneracionales
- Propician que los grupos de todas las edades se sientan útiles y, por tanto, desarrollen una buena autoestima. Para las personas mayores, los más jóvenes son un estímulo importante que les ayuda a expresarse, interesarse por la actualidad, estar pendientes, activos y alegres. En el caso de los menores, amplía su educación en valores ya que de forma natural y divertida conocen a personas que pese a sus dificultades les aportan mucho. De este modo, sienten también que pueden hacer cosas por ellos y se transforman en personas comprometidas con la sociedad.
- Desarrollan competencias orientadas al desarrollo ético y de valores que son imprescindibles en la sociedad actual: respeto, tolerancia, comprensión, paciencia, gratitud, empatía, etc. Al igual que la necesidad de apreciar a las personas mayores como fuente de experiencias, saberes y talentos, todo ello de gran valor para el aprendizaje.
- Son un componente importante para superar posibles prejuicios intergeneracionales y favorecer el entendimiento entre diferentes grupos de edad. Einstein decía: “No entiendes realmente algo a menos que seas capaz de explicárselo a tu abuela”. Con ello, no se infravalora la capacidad de comprensión de los mayores, sino que debido a las diferencias generacionales pueden tener más dificultades para entender algunos términos y nociones; de ahí la necesidad de adaptar la manera de explicarlo.
La sociedad actual exige una educación que promueva el aprendizaje integral de todos por igual por lo que la escuela debe ofrecer experiencias de aprendizajes completas, no sólo a nivel intelectual y cognitivo. También hacerlo en los terrenos social y emocional. Así, los centros educativos tienen un papel clave en la formación de contextos dialógicos, de participación y de interdependencia. No debemos olvidarnos tampoco de la colaboración, la inclusión y la convivencia democrática con el objetivo de crear una sociedad más humanizada. Y es que dentro de todas las experiencias abiertas que pueden promoverse el aprendizaje intergeneracional es una gran alternativa.