Instagram es muy categórica con respecto a sus condiciones de uso: solo pueden abrir un perfil los mayores de 14 años. Pero la realidad es muy distinta: basta con mentir en la fecha de nacimiento para usar la popular red social de Meta. Y no solo eso, sino que además las cuentas de los menores son exactamente iguales que las de los adultos: pueden contactar con cualquier persona, ver todo tipo de contenidos…
La preocupación por esta situación, especialmente entre los progenitores, ha hecho que los responsables de la popular red hayan buscado el asesoramiento de expertos en seguridad digital y en bienestar infantil para tomar medidas al respecto. Y es que España es el país donde antes se empieza a utilizar Instagram: el 65% de los menores entre 13 y 15 años ya acceden a esta red social, según datos de Qustodio 2024.
Cuentas adolescentes: restricciones de contactos y de uso
Una de las acciones más destacadas fruto de esta reflexión y análisis es que todas las cuentas de menores pasarán a ser obligatoriamente privadas, pasando a denominarse ‘cuentas adolescentes’. Esto significa que los menores de 18 años solamente podrán estar en contacto con aquellas personas que tengan agregadas en su cuenta, bloqueando de forma automática los mensajes directos de los perfiles que no se encuentren en su lista de seguidores.
También se aplicarán restricciones a los algoritmos de recomendación para que tengan acceso a contenido más apropiado para su edad; y se establecerá una limitación en el tiempo de uso a 60 minutos diarios, tras los que se avisará por medio de una notificación. De momento estas nuevas medidas se empezarán a aplicar en las próximas semanas en EE UU, Australia, Canadá y Reino Unido, pero se estima que a finales de este año llegarán a los países de la Unión Europea y a partir de enero ya se aplicarán de forma definitiva en todos los países del mundo.
Junto a ello, Instagram también está planteándose incluir medidas que refuercen la seguridad y el bienestar digital de los menores, como la limitación de enviar notificaciones a los menores desde las 22 a las 7 horas para permitir de este modo un mejor descanso. También la incorporación de más herramientas de control parental, facilitando así a las familias chequear las cuentas con las que sus hijos han intercambiado mensajes recientemente.
¿Son realmente efectivas las ‘cuentas adolescentes’?
El anuncio de estas acciones ha traído consigo un debate sobre si son realmente eficientes o no, pues uno de los principales obstáculos es que Instagram no cuenta con un sistema efectivo de verificación de edad. Para saltarse estas nuevas normas, un usuario adolescente tan sólo tiene que seguir mintiendo sobre su fecha de nacimiento tal y como decíamos al principio. En este sentido, Antigone Davis, directora global de Seguridad de Meta, ya ha asegurado a medios como ‘The Verge’ que están trabajando en el desarrollo de nuevas herramientas para verificar la edad. Algunas de las ideas que barajan es que los usuarios la certifiquen con una foto o un vídeo mostrando un documento de identidad o hacer que otros avalen su edad; o haciendo uso de la IA para buscar señales que puedan indicar que un usuario es menor de 18 años. Por ejemplo, si un usuario crea una cuenta de adulto, pero alguien en Instagram le felicita por su 14 cumpleaños, la IA detectará que se trata de un perfil de un menor.
Por otro lado, también existe una brecha en lo referente a las cuentas privadas, pues aunque los expertos consideran que es un punto positivo que tengan la obligación de ser 100% privadas y que sólo puedan aceptar a cuentas que conocen, podrían caer en la trampa de aquellos usuarios que utilicen cuentas falsas para conseguir que acepten su petición de amistad. Así lo indica Ferran Lalueza, profesor de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), que apunta que “los acosadores no siempre dan la cara. A menudo utilizan identidades falsas y, por lo tanto, esta identidad falsa puede permitir que el adolescente los incluya dentro de este círculo de confianza y puedan ejercer su influencia tóxica".
Por último, otra de las cuestiones polémicas que traen consigo las ‘cuentas adolescentes’ es saber si realmente ayudarán a atajar la adicción a esta red social. La realidad es que a pesar de que entre sus medidas se encuentra una pensada en regular el límite de tiempo que los menores hacen de Instagram, solamente lo hará a través de una notificación, y serán los propios usuarios los que tendrán que desconectarse. "No perdamos de vista que solo es un aviso y, por lo tanto, si el adolescente está realmente enganchado a la red, como es bastante habitual desgraciadamente, seguramente no tendrá ninguna efectividad y seguirá navegando por la red y conectándose y consumiendo contenidos más allá del tiempo marcado", concluye Lalueza.