La obra del escritor extremeño profundiza en la vida desde diferentes ángulos: la familia, el amor, la soledad o la amistad. Estas son algunas de las lecturas recomendadas del flamante Premio Nacional de las Letras Españolas 2022.
Luis Landero acaba de ser galardonado con el Premio Nacional de las Letras Españolas 2022 por ser “un extraordinario narrador, creador de numerosas ficciones con personajes y atmósferas de gran expresividad y excelente escritura recuperando la tradición cervantina con dominio del humor y la ironía e incorporando con brillantez el papel de la imaginación”, según palabras del jurado.
Landero, que a lo largo de su carrera literaria ha publicado 16 libros, 11 de ellos novelas, no siempre se ha dedicado a la escritura. En la década de los 60 se trasladó a Madrid con su familia desde Alburquerque (Badajoz) y a los 14 años comenzó a trabajar en distintos oficios, incluido el de guitarrista flamenco durante unos años. Tiempo después, la literatura llamó a su puerta y estudió Filología Hispánica en la Universidad Complutense de Madrid. A partir de ese momento fue profesor de Lengua y Literatura española en el instituto Calderón de la Barca de Madrid, en la Escuela de Arte Dramático y en la Universidad de Yale. Con su primera novela, ‘Juegos de la edad tardía’ consiguió el Premio Nacional de Narrativa. Repasamos las obras imprescindibles de un escritor que pone énfasis en los obstáculos de la vida, haciendo uso del humor y del amor por la familia y, por supuesto, por uno mismo.
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Esta novela supuso el debut literario de Landero y con la que ganó el Premio de la Crítica y el Premio Nacional de Narrativa en 1989. Cuenta la historia de Gregorio Olías, un oficinista sin grandes motivaciones en la vida que ya ha abandonado la idea de tener una vida amorosa e intelectual que le satisfaga. Todo cambia cuando conoce a Gil, un hombre modesto y maduro que consigue despertar en él todos sus sueños juveniles. Así, poco a poco Gregorio se convierte en Faroni, un personaje triunfador, culto, apuesto y audaz en el amor. Sin embargo, las mentiras tienen las patas muy cortas y el alter ego de Gregorio tampoco puede formar parte de la realidad para siempre.
Su segunda novela narra cinco destinos marcados de manera tragicómica por la ruina, la muerte, el amor y la gloria. Esteban, el inocente, descubre el fascinante mundo del dinero, el lujo y el poder, y se empeñará (a su manera) en hacerse rico y poderoso; el pequeño Luciano descubre el amor, un amor imposible, que sólo encontrará descanso en su plenitud; Belmiro, el viejo ilustrado, tras una vida de estudio, se topa de golpe con la irracionalidad de las pasiones; don Julio, comerciante de mercería, detecta un día en sí mismo unas insólitas dotes para convertirse en líder político; y Amalia se debate entre el amor transgresor hacia un adolescente y el afecto sereno que le ofrece un hombre maduro. Tal y como ocurre con la suerte en las ruedas de la fortuna, la fatalidad convierte estas vidas en toda una aventura.
Cuenta la historia de Matías Moro, un hombre que lleva una vida sosegada y feliz pero que un suceso fortuito le hace descubrir el amor y acaba lanzándolo, junto con sus compañeros de trabajo y un grupo de marginados sociales, a toda una aventura vital, donde se verá forzado a convertirse en el héroe que nunca quiso ser. Elegido por los demás como el líder que habrá de guiarlos hacia un futuro que dé sentido y plenitud a sus vidas, arrastrará a los otros, y será a su vez arrastrado por ellos a un viaje que les llevará por el mundo de las finanzas, del éxito, del poder, del amor y del espejismo de una segunda juventud. Una aventura que les permite alzarse de siervos a señores, de secundarios a protagonistas, y que finalmente les llevará a aprender de nuevo el ‘oficio de vivir’.
Asomado al balcón, observando la vida que bulle en la calle y la novela que ha empezado a escribir pero que no le acaba de convencer, el escritor se ve asaltado por el recuerdo de una conversación que tuvo lugar cincuenta años antes, en otro balcón, con su madre. Así da comienzo este libro, un relato de un país y una época, en el que el escritor rememora su infancia con su familia, labradores en Alburquerque (Extremadura), y una adolescencia en el madrileño barrio de la Prosperidad. También es una relato repleto de dudas y de preguntarse las razones por las que un chico de una familia en la que apenas había un libro, logró convertirse en escritor. También narra sus vicisitudes laborales en comercios, talleres y oficinas, mientras estudia en academias nocturnas, empeñado en ser un hombre de provecho. Y en todo ese universo familiar, surge un inagotable caudal de historias y anécdotas en el que se reconoce la historia reciente.
Una historia de amor contada en primera persona por Marcial, un hombre exigente, con don de palabra, y orgulloso de su formación autodidacta. Un día se encuentra con una mujer que no solo le fascina, sino que reúne todo aquello que le gustaría tener en la vida: buen gusto, alta posición, relaciones con gente interesante... Él, que tiene un alto concepto de sí mismo, trabaja en una empresa cárnica, mientras que ella, que se ha presentado como Pepita, es estudiosa del arte y pertenece a una familia adinerada. Marcial cuenta al lector su historia de amor, el despliegue de sus talentos para conquistarla, su estrategia para desbancar a los otros pretendientes y, sobre todo, qué ocurrió cuando fue invitado a una fiesta en casa de su amada.
Tras mucho tiempo sin verse, Gabriel decide llamar a sus hermanas y reunir a toda la familia para celebrar el ochenta cumpleaños de la madre y tratar así de reparar los viejos rencores que cada cual guarda en su corazón y que les han distanciado. Aurora, la confidente de todos y la única que sabe hasta qué punto los demonios del pasado siguen tan vivos como siempre, trata de disuadirlo, porque teme que el intento de reconciliación agrave aún más los conflictos hasta ahora reprimidos. Y, en efecto, la primera llamada de teléfono desata otras llamadas y conversaciones. De ese modo los lectores conocerán las vidas de Sonia, de Andrea, de Horacio, de Aurora, del propio Gabriel y de la madre, y con ellas la historia familiar, desde la infancia de los hijos hasta la actualidad.
Luis Landero retoma la memoria y las lecturas de su particular universo personal donde las dejó en ‘El balcón en invierno’. Y lo hace en un libro en el que vuelve a trenzar de manera magistral los recuerdos del niño en su pueblo de Extremadura, del adolescente recién llegado a Madrid o del joven que empieza a trabajar, con historias y escenas vividas en los libros con la misma pasión y avidez que en el mundo real. Por ‘El huerto de Emerson’ asoman personajes que Landero convierte en pares de los protagonistas del Ulises, congéneres de los personajes de las novelas de Kafka o de Stendhal, y en acompañantes de las más brillantes reflexiones sobre escritura y creación en una mezcla única de humor y poesía, de evocación y encanto.
Con tintes autobiográficos, esta novela está protagonizada por Emilio, un adolescente que trabaja por las mañanas como aprendiz de mecánico en un oscuro taller y que por las tardes estudia en una academia. Son unos años decisivos para el joven que, al mismo tiempo, vive como ‘un laberinto de instantes, de promesas’ los encuentros con los tipos a los que su madre alquila una habitación. Un día, aparece su primo Raimundo, que vuelve de París y le cuenta sus éxitos como guitarrista de flamenco. Emilio se deja arrastrar por el sueño de una vida bohemia y aprende a tocar la guitarra con la esperanza de escapar del taller y las clases. Lo que no puede imaginar es que su recién adquirida habilidad con este instrumento le pondrá en contacto con la mujer de su patrón, Adriana, una joven despampanante, a quien se ve obligado a dar clases de guitarra.
