‘Inventar’ nuevos animales prehistóricos, escribir una carta o incluso una campaña electoral son algunas de las actividades de escritura que pueden realizarse tras leer estos títulos recopilados por la docente María José Martínez Garrote.
Tanto la lectura como la escritura son dos competencias cruciales para el alumnado, y ambas se nutren mutuamente ya que con el hábito lector se amplía vocabulario y se integran nuevas estructuras gramaticales y sintácticas para después enriquecer los textos escritos. Por tanto, son muchos los beneficios que la lectura aporta a la escritura, además de estimular la creatividad, la imaginación y la originalidad. Y para que los más pequeños comiencen a interesarse por el mundo de la escritura, existen libros que inspiran a escribir.
Índice de contenido:
Para los pequeños amantes de la Prehistoria y de animales extintos como los mamuts o el dientes de sable, este álbum ilustrado para menores a partir de cuatro años anima a aprender de manera divertida sobre estos seres que habitaron la Tierra hace millones de años. Las solapas móviles, divididas en tres (cabeza, cuerpo y cola) permiten conocer cómo eran, vivían y se alimentaban así como descubrir infinitas combinaciones que despiertan la imaginación e impulsan a crear criaturas legendarias, extinguidas, mitológicas y singulares. Están acompañadas de una pequeña descripción y de su nombre científico y en él pueden apuntarse los nuevos nombres de los animales creados por los lectores.
El protagonista es un monstruito al que le encanta morder libros y que se escapa del álbum para atravesar los cuentos clásicos que encuentra a su paso. Primero entra en el de ‘Ricitos de Oro y los tres ositos’ y no solo devora la comida, sino que destroza toda la casa. Después, pasa por ‘Caperucita Roja’, le quita la capa y la cesta a la niña y rescata a la abuela. Luego se cuela en el de ‘Jack y las habichuelas mágicas’, venciendo al ogro y apoderándose de la oca de oro. Para leer con menores a partir de tres años, los pequeños pueden proponer nuevos cuentos en los que el monstruo se cuele y finales alternativos para todos ellos.
Las ventanas troqueladas de este álbum ilustrado invitan a asomarse a las casas de diferentes personajes de los cuentos tradicionales. Sin embargo, al pasar la página queda patente que no hay que fiarse de las apariencias porque pueden ser falsas: una adorable ancianita es una bruja preparando pócimas mágicas, el temible dragón está dorando rosquillas para el almuerzo y el feroz lobo está tomando plácidamente el té con pastelitos en compañía de la abuelita. Para incentivar la curiosidad, el sentido del humor, la creatividad y participar del juego de no juzgar lo aparente, puede plantearse a los estudiantes qué otros personajes pueden cambiar su papel con el que se les caracteriza en el imaginario tradicional. Para menores a partir de cuatro años.
En el reino animal, el león siempre gana las elecciones para ser el rey. Estas se celebran cada cuatro años y nadie, aparte de él, suele presentarse. Pero esta vez el ratón y otros muchos animales deciden hacerlo. El humor y la parodia surgen cuando todo el mundo se vota a sí mismo, excepto el rey. ¿Qué pasará al final? Esta lectura, recomendada para alumnos a partir de siete años, puede inspirar para redactar campañas electorales de delegados u otros cargos en clase. Se trata de promover la elaboración de mensajes cortos y directos con un toque divertido.
El pequeño Álex encuentra un dragón en el sótano de su casa pero no sabe qué hacer ni cómo cuidarlo. Decide escribir a los bomberos, a un carnicero, a un bufete de abogados, a la Sociedad Protectora de Animales, y todos ellos responden a sus dudas. Definitivamente, considera que lo más sensato es dejarle libre porque durante este tiempo el dragón ha ido creciendo y tiene ya unas dimensiones considerables. Sin embargo, el niño echa mucho de menos al dragón y espera que su amigo también se acuerde de él. Un día, el pequeño recibe una carta: el remitente es el dragón. ¿Qué le explicará? Este álbum para menores de tres años en adelante ofrece el sobre, pero no la carta. De este modo, resulta útil para proponer al alumnado escribir el texto de la carta dejando volar su imaginación acerca de lo que el dragón le contará a Alex.
Quim escribe una carta en forma de guía de viaje de la Tierra a un visitante del espacio. En ella describe todos los elementos que son importantes que conozca de nuestro planeta: la diversidad de familias, personas, costumbres, colores, formas, sonidos, músicas, alimentación, ropas, profesiones, aficiones, emociones, enfermedades, climas, medios de transporte, viviendas, lenguas, alfabetos, flora, fauna… Junto al mensaje ecologista de cuidar del planeta en que habitamos, surge también la necesidad de apelar a la solidaridad y a la empatía de las personas. La propuesta de escritura, tras leer esta obra para menores de tres años, consistiría en emular al protagonista y explicar por escrito a un posible habitante del espacio el lugar donde se vive, descubriéndole el día a día y qué hay que hacer para cuidar todo lo que nos rodea.
