Cómo pasar el duelo o de qué forma afrontar los recuerdos de las personas que ya no están son algunos de los objetivos de estos cuentos infantiles que explican la muerte a los más pequeños.
La muerte de un ser querido o de una mascota resulta muy dolorosa y, en muchos casos, es inexplicable para los más pequeños, que no entienden qué ha ocurrido y por qué no volverán a ver a ese familiar o a ese perro o gato que tanto querían. Para tratar de razonarlo de forma amable y que entiendan que es un proceso más de la vida, estos cuentos infantiles son ideales para explicar la muerte y leerlos en familia o en el aula con menores a partir de tres años.
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Hace unos años que Pepe, el abuelo de Lola, vive en Yayolandia, el planeta al que viajan todos los abuelos y abuelas cuando se van al cielo. Al principio, Lola no lo entendía: ¿por qué dejó nuestro planeta para irse a otro? ¿Por qué ya no puede verlo cada día y jugar con él? Pero ahora Lola sabe que hay veces en la vida en que, por más que deseas algo con todas tus fuerzas, no puedes tenerlo. Y que su abuelo se lo pasa en grande en Yayolandia, y desde allí los observa y los protege. Escrito por la pareja de periodistas Roberto Leal y Sara Rubio, tiene como objetivo que los pequeños tengan claro que sólo hay una cosa más fuerte que el paso del tiempo: el poder del recuerdo.
Inés está triste porque su perro Alfi ha muerto. Pero un día recibe una carta desde el cielo de los perros y descubre que Alfi no está tan mal allí. Este álbum ilustrado para pequeños a partir de tres años ayuda a entender y superar la muerte de una mascota, un ser muy importante y querido en los hogares y entre los menores, que comparten con ellas muchos años de sus vidas.
Irene y su perrita Luna eran inseparables. Pero llegó el día en el que todo cambió… Al regresar del colegio, Irene no encontró a su amiga por ninguna parte. Preguntó por ella y su madre le dijo que Luna se había escapado en el parque. Cuando Javier llegó a clase de equitación y no encontró a su caballo Pampero, se preocupó. “Está en las nubes”, le dijeron. Javier no entendió cómo había llegado tan alto su amigo, pero tenía que prepararlo todo para cuando regresara. Durante las largas noches Martina se despertaba sudorosa y con pesadillas cada vez que se quedaba dormida. Añoraba tanto a Míster Puch, su conejo gris… Por su parte, Tango era un jilguero feliz y muy cantarín que silbaba melodías sobre el alféizar de la ventana. Un día, Daniel se fue a comprar el pan y cuando volvió no encontró a su amigo por ningún lado. Preguntó al abuelo y este le dijo que Tango se había ido a hacer un largo viaje… Estas son cuatro historias sobre la pérdida y la ausencia de un ser querido contadas desde diferentes perspectivas y situaciones.
Álex echa mucho de menos a su mamá porque vive en las nubes. Los días favoritos del pequeño es cuando brilla el sol porque él y su papá juegan en el jardín todo el día y Álex sabe que mamá está dejando que el sol brille para ellos. Pero no todos los días son así. A veces, las nubes son oscuras y Álex se siente triste y solo. Este cuento, con ilustraciones, explora el dolor y enseña a los menores a partir de cuatro años a lidiar con las emociones y sentimientos que aparecen tras la muerte de un ser querido.
Zorro había tenido una vida larga y feliz, pero ahora estaba cansado. Observó su querido bosque una última vez y cerró los ojos para siempre. Este cuento, dulce y reconfortante, celebra la vida y todos los recuerdos que permanecen en nosotros tras la muerte de un ser querido. Y es que un árbol puede llegar a crecer con el amor y los recuerdos de esa persona. Para menores a partir de cuatro años.
Recomendado para menores a partir de siete años, este cuento explica a los pequeños que la muerte forma parte de la vida y que es un proceso natural que todos los seres humanos experimentan en su periplo vital a través de diferentes pérdidas, incluso la propia. Para ello, la autora acompaña el texto con representativas ilustraciones para facilitar la comprensión y el entendimiento por parte de los menores.
