Los protagonistas de estos relatos son menores que viven distintas aventuras o letras que viven como pequeños. Están dirigidos a niños que están aprendiendo a leer y para ello se hace uso de pictogramas, de actividades o se utilizan letras mayúsculas para facilitar la comprensión de los textos.
Para que los más pequeños de la casa aprendan a leer solo se necesita una cosa: un libro. Una opción interesante son aquellos adaptados a la etapa prelectora con los que los estudiantes a partir de tres años pueden comenzar a desarrollar mecanismos de aprendizaje y memorización de letras, además de otras competencias lingüísticas como la comprensión lectora. Los siguientes cuentos están protagonizados por niños (o por letras) y en ellos se hace uso de pictogramas, ilustraciones y contenidos en letra mayúscula (o de palo) con los que aprender a leer
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En el mundo hay animales con gustos un tanto peculiares: ¿probarías una piruleta de lombrices, un pastel de babosas o una cola de ratón en escabeche? Desplegando las solapas de este libro, los pequeños lectores podrán descubrir los platos favoritos del tejón, el topo, el búho y otros animales, a la vez que trabajan sus habilidades lectoras.
Con hambre, Lucía se pone furiosa y cansada, hasta el punto de que se vuelve monstruosa. ¿Conseguirá recuperar la alegría incluso si tiene un mal día? Con este libro, perteneciente a la colección ‘Aprender a leer en la escuela de monstruos’, los estudiantes a partir de cuatro años se familiarizarán con la lectura a través de letras mayúsculas, frases rimadas e historias divertidas.
Con ilustraciones a color y letra mayúscula, este cuento está ambientado en el universo de las letras, donde habitan criaturas monstruosamente divertidas: ¡los Gumins! Pero, tienen que tener mucho cuidado, un Cazagumy los persigue con su saco atrapador. ¿Lograrán escapar? Para menores a partir de cuatro años.
Un libro divertido para profundizar en el conocimiento del abecedario y enriquecer el vocabulario mediante textos y series de pictogramas en los que cada palabra empieza por el sonido protagonista para ayudar a los más pequeños a mejorar sus habilidades lectoras y su dominio de las letras. Además, dispone de letra mayúscula y grande para una lectura fácil y de ilustraciones a todo color.
Esta colección de libros en letra mayúscula para aprender a leer está protagonizada por cinco peculiares animales: Drila vive junto a sus amigos Mapi, Lombriz y las Ovejas en Pradoverde, un lugar minúsculo donde viven miles de aventuras. En esta ocasión, para darle al coco, aprenderán que para resolver cualquier problema, lo mejor es pararse a pensar y encontrar la mejor solución.
Ayuda a los más pequeños a conocer algunos animales de la granja, a familiarizarse con su aspecto físico y sus costumbres y, sobre todo, a empatizar con ellos. Asimismo, a través de él descubrirán el valor de pedir y dar ayuda cuando es necesario, además de aprender a leer a través de rimas y canciones.
La protagonista de este relato se llama Tina y, además de ser muy intrépida y revoltosa, su vida está llena de ‘Ays’, ‘Ehs’ y ‘Glups’. Así que su madre siempre tiene que estar muy pendiente de ella. Este cuento ilustrado con páginas gruesas está repleto de onomatopeyas para que los estudiantes a partir de tres años aprendan a relacionarlas con las acciones que las causan, y comiencen a adentrarse en las primeras lecturas.
Indicado para estudiantes a partir de cuatro años, con este cuadernillo aprenderán competencias lingüísticas, a establecer relaciones entre las palabras y las imágenes o a identificar rasgos de los personajes a través de la comprensión lectora. En él se muestran historias de cuentos clásicos, como Caperucita Roja o Pinocho, las estaciones del año o los trabalenguas.
Nicanor es un fantasma con 600 años que ha decidido que es hora de cambiar de vida y formar una familia: quiere casarse. Pero, ¿lo conseguirá? Este relato con letra mayúscula está indicado para estudiantes a partir de tres años y en él se muestran distintas emociones en tono humorístico. También, dispone de una ficha complementaria para trabajar el contenido con distintas actividades.
Roque es un pirata al que le encantan las aventuras, pero tiene un problema: no sabe leer. Así que cuando aprende a hacerlo se da cuenta de todo lo que puede hacer para seguir surcando los mares: descifrar un mapa del tesoro y aprender otras aventuras, las que están en los libros. El título hace uso de los pictogramas, que facilitan la lectura a través de las imágenes, cuenta con letras manuscritas y diversas ilustraciones. A partir de cinco años.
En esta historia, Pedro es un niño pirata de seis años que se hace llamar Barbanegra. Aunque es valiente y le encanta surcar los siete mares, no encuentra su tesoro y eso le pone muy triste. En cada una de las páginas se muestra el texto en dos formatos: en imprenta y en mayúscula (o palo), lo que favorece el aprendizaje. Indicado para estudiantes a partir de cinco años.
Con letra manuscrita y textos adaptados a la edad prelectora, este cuento recoge las historias y las aventuras de las 29 letras del abecedario, de la A a la Z, a través de los sonidos que las representan. Así la letra A, por ejemplo, es una aventurera o la D es dentista... Cada una de ellas se muestra en una única página y a todo color. A partir de tres años.
Una bañera, un pijama, una bicicleta… son algunos de los elementos que conforman el mundo de los niños. En este álbum con ilustraciones y el concepto que los representa, los más pequeños pueden aprender a relacionar los distintos términos con las imágenes. A partir de seis meses.
Buenas tardes. Quería hacer una puntualización sobre este artículo: las autoras de El pirata Metepatas somos Rocío Antón y Lola Núñez. Claudia Ranucci es la ilustradora. Gracias por su reseña y por corregir este error. Lola Núñez