La poesía es una herramienta que acerca al alumnado al mundo de las letras. Con ella se estimula su imaginación, se desarrolla la creatividad y se establece una relación emocional positiva con el lenguaje. Abezooocéano, de SM y escrito por Carlos Reviejo, es un abecedario marino con el que los niños a partir de tres años se familiarizan con la poesía y descubren el mundo de las letras.
Los beneficios de la poesía
El juego lingüístico que propone la poesía favorece la conciencia fonológica e incrementa la memoria visual y auditiva de los más pequeños, unas herramientas fundamentales para facilitar el proceso lectoescritor. Tal y como señala la pedagoga Emilia Ferreiro, hay un paso ‘mágico’ entre la técnica del desciframiento de las letras y el arte de leer historias, comprenderlas y disfrutarlas.
Abezoocéano es un abecedario con pingüinos presumidos, tiburones no demasiado feroces, piratas que lloran o sirenas que cantan nanas para que los peces duerman. Y en él se conjugan tres universos vinculados con estos primeros años de aprendizaje:
- El gusto y el interés por los animales y el mundo marino.
- La musicalidad y la emoción de la poesía.
- La motivación para el aprendizaje de las letras.
Para ello, cada letra (ilustrada por Javier Aramburu) se relaciona con un animal marino: la A con un alcatraz, la B con una ballena, la C con una caracola, la D con un delfín… y sobre cada una de ellas se presenta un poema. El libro, a su vez, da comienzo con unos versos del autor a modo de invitación, tanto para los niños como para las familias:
Cómo utilizarlo en el aula
A través de la lectura de este libro, se pueden llevar a cabo distintas dinámicas en el aula. ¿Un ejemplo? ‘Conoce las letras’. Para ello hay que seguir los siguientes pasos:
- Presentar la letra que se trabajará realizando su trazo en la pizarra mientras el alumnado lo imita en el aire.
- Entre todos, pensar en los animales cuyo nombre comienza con esa letra y decir finalmente (si no se ha nombrado) el nombre del animal en el que se centra el poema del libro. Después formular al alumnado distintas preguntas relacionadas con el animal en cuestión: ¿cómo es? ¿qué sabéis de él?
- Luego, recitar la poesía para que los estudiantes la escuchen y sientan la rima y la musicalidad.
- Tras ello, localizar en el poema todas las veces que aparece la letra determinada.
- Por último, escribir el nombre de otro animal diferente con esa misma letra.
En este enlace y en este otro se encuentran disponibles algunos ejemplos más en formato descargable para trabajar y jugar con este libro en clase. Además, y para conocer otras estrategias con las que aprovechar el valor de la poesía en la formación de los pequeños lectores, SM organizará un webinar el próximo 4 de mayo a las seis de la tarde. ¡Inscríbete aquí!