El número de grados y dobles grados impartidos en las universidades de España es cada vez mayor y ofrece más posibilidades. Así lo confirman las cifras de la Estadística de Universidad, Centros y Titulaciones (EUCT), publicada por el Ministerio de Universidades: durante el pasado curso se impartieron 9.447 titulaciones, de las que 4.226 pertenecían a grados y dobles grados y el resto se repartían entre másteres y doctorados.
Estos mismos datos indican que la oferta de carreras con doble titulación se ha multiplicado por cuatro a lo largo de los últimos años en las universidades, siendo el de Matemáticas y Física el que registró la calificación mínima más alta, y el de Administración y Dirección de Empresas y Derecho el que más matriculaciones recibe. Explicamos en qué consisten los dobles grados y las principales ventajas para quienes optan por cursar estas titulaciones combinadas
¿Qué es un doble grado?
A diferencia de los grados universitarios ordinarios, estudiar un doble grado supone obtener una doble especialización y dos títulos universitarios al finalizar la carrera. Su plan de estudios está compuesto por asignaturas de ambas titulaciones, eliminando las materias duplicadas para optimizar la carga académica. En este sentido, el alumnado cumple con los requisitos de dos planes de estudios unificados, teniendo que realizar el correspondiente TFG (trabajo de fin de grado) por cada una de las disciplinas. Y aunque la duración es mayor que la de un solo grado, suele ser menor que si se cursaran los dos por separado.
Además, este tipo de formación capacita al titulado para ejercer en dos áreas y, en este sentido, también puede aumentar sus opciones laborales al finalizar sus estudios.
Ventajas de los dobles grados
Para decidir entre cursar un grado o un doble grado, es aconsejable valorar las ventajas que ofrecen los segundos. Instituciones como la Universidad Francisco de Vitoria o el centro universitario Villanueva destacan las siguientes:
- Permite obtener una titulación en dos áreas de conocimiento, ya sean estas similares o distintas y, por tanto, conlleva una formación más transversal.
- Se obtienen dos titulaciones en menos tiempo que si se cursan por separado, ya que un grado ordinario se logra en cuatro años y estudiar un doble grado suele oscilar entre cinco o seis años.
- Al requerir un mayor esfuerzo, ya que se aumenta la carga lectiva, es también una oportunidad para trabajar aptitudes como el compromiso, la superación o la resiliencia. Asimismo, al finalizar se cuenta con un mayor volumen de conocimientos, habilidades y competencias.
- El hecho de adquirir habilidades y conocimientos en áreas distintas, ofrece la posibilidad de desarrollarse en diferentes campos profesionales y aumenta las posibilidades de empleabilidad.
¿Cuáles son los desafíos de un doble grado?
Aunque cursar estudios de doble grado ofrece numerosas ventajas, también supone desafíos. Por un lado, el alumnado se encuentra ante una carga lectiva importante, lo que exige mayor dedicación para alcanzar los objetivos fijados en los dos programas académicos de manera simultánea. Esto también conlleva invertir más tiempo y una mejor organización a la hora de planificar los períodos de estudio. Y puesto que se trata de estudios con mayor número de créditos, requieren de más materiales y, en consecuencia, un mayor desembolso económico que los de un solo grado.