Un 13% de hombres y un 17% de mujeres con edades comprendidas entre 25 y 64 años participaron en alguna actividad educativa o de formación permanente en 2022, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Estas cifras ponen de manifiesto que la formación continua se ha convertido en los últimos años en una opción muy demandada por los trabajadores, que ven en ella un modo de mantenerse al día con las nuevas tecnologías y estar preparados para puestos de trabajo que requieren cada vez más que estén en continuo reciclaje; y también por los que se encuentran en situación de desempleo, que ven en ella una herramienta para mejorar su currículum.
Y es que su objetivo es principalmente aumentar, optimizar y actualizar conocimientos, destrezas y actitudes profesionales en un determinado campo. Además, está adaptada a la evolución científica y tecnológica, así como a las demandas del mercado de trabajo; por lo que suele tener un enfoque teórico-práctico.
Ejemplos de formación continua
Para acceder a la formación continua existen multitud de opciones: cursos online, formaciones de la propia empresa, títulos de diferentes universidades y centros de formación, cursos de idiomas… Además, muchos de ellos pueden realizarse al ritmo de cada estudiante; por lo que resultan ideales para las personas que quieren estudiar y trabajar a la vez. Entre los títulos más comunes de formación continua encontramos:
- Grados. Hacen referencia a lo que tradicionalmente se conocía como una ‘carrera universitaria’ o licenciatura y están pensados para aquellas personas que desean adquirir conocimientos de forma mucho más completa sobre un determinado campo.
- Máster. Son formaciones que amplían los conocimientos adquiridos en un grado y que permiten especializarse. Tienen una duración de entre uno y dos años.
- Cursos. Permiten ampliar o actualizar conocimientos y suelen contabilizarse por horas de formación.
- Cursos de idiomas. Están pensados para aquellas personas que quieren aprender un idioma o reforzar y aumentar sus conocimientos y destrezas lingüísticas.
- Certificados de profesionalidad. Son títulos oficiales expedidos por el Ministerio de Educación y Formación Profesional que tienen validez tanto en España como a nivel europeo. Acreditan que una persona puede realizar todas las tareas propias de su puesto de trabajo según lo definido en el Catálogo Nacional de Estándares de Competencia Profesional.
- Conferencias. Otra manera de seguir formándose es asistir a conferencias y congresos en los que aprender a través de la experiencia práctica y teórica de referentes y expertos.