Las semanas o los días previos al comienzo de la universidad generan todo tipo de emociones entre los estudiantes: preocupación, nervios, entusiasmo, ganas… Los futuros universitarios se enfrentan a un gran cambio en el ámbito académico y personal, especialmente, aquellos que deben mudarse de la casa familiar para estudiar el grado que desean. Como en cualquier etapa escolar, el papel que desempeña el entorno familiar es de gran importancia para su adaptación. Por eso, es recomendable que la familia sepa cómo apoyarles en el proceso. Estos consejos pueden ayudarles.
Enséñales a manejar la ansiedad
La ansiedad, el estrés y la preocupación son algunas de las emociones a las que se enfrentan los estudiantes ante su nueva vida en la universidad. “A medida que pasan de un entorno familiar de apoyo a navegar presiones académicas y sociales directamente, a los adultos jóvenes les puede preocupar decepcionar a sus familias o pueden temer no cumplir con las expectativas”, explica la trabajadora social Amanda Fludd en el blog de la asociación AARP (American Association of Retired Persons). Por otro lado, la familia debe estar atenta a síntomas que indiquen que no se están adaptando correctamente y que, como consecuencia, sufren ansiedad: los patrones de sueño irregulares o la incapacidad para concentrarse pueden ser algunos de ellos y, en estos casos, el blog Salud Digital recomienda “hablar sobre cómo establecer prioridades y las formas saludables para manejar el estrés o usar las videollamadas y las visitas de fin de semana para observar cualquier cambio alarmante”
Mantén la comunicación en la universidad
Es necesario encontrar un equilibrio entre el contacto constante y el desapego: la comunicación entre familia y estudiante es fundamental en esta etapa, sobre todo al comienzo, pero también es posible que los jóvenes comiencen a ignorar a sus padres. Por eso, la profesora adjunta de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, Karen Swartz, destaca en un reportaje para la AARP la importancia de que los padres mantengan la calma y no respondan emocionalmente cuando tengan interacciones y conversaciones negativas con su hijo; se debe promover la independencia, pero también alentar conversaciones adultas con los hijos.
Evita las órdenes
El hecho de que siempre hayan estado bajo el techo familiar hace parecer que los padres y madres han tenido siempre el control de lo que han hecho sus hijos. En este sentido, puede ocurrir que los padres ejerzan más presión, sin embargo, “esto solo engendrará resentimiento y sentimientos negativos, pero si reconocen que su hijo adolescente está luchando por su independencia y aprenden a celebrarla, todos se sentirán mejor y menos tensos”, aconseja el blog healthychildren.org. Los jóvenes deben aprender por sí solos; decirles qué actividades realizar, qué cosas hacer o, incluso, llamar en exceso, son conductas invasivas que se deben evitar, como indica la psicóloga clínica y psicoterapeuta, Karina Suárez en el blog Mamás Latinas.
Palabras de ánimo para afrontar el cambio
La universidad es una etapa emocionante que implica grandes aprendizajes a nivel personal. El apoyo de la familia y las palabras de ánimo siempre son fundamentales: “La motivación es muy importante en el momento de aprender dado que está ligado directamente con la disposición del alumno y el interés en el aprendizaje”, expresa la investigadora Mariana Elizabeth Sellan Naula en su artículo ‘La importancia de la motivación en el aprendizaje‘. Por otro lado, como plantea la psicóloga Eli Soler en su blog, “hablar de los planes de futuro del adolescente y buscar información sobre ello juntos es un buen modo de motivarlos”.
Un buen ambiente de estudio
Como destaca en el blog Kasaz la periodista Bea Oller, “disponer de una zona de estudio en casa es indispensable para llevar un buen ritmo y lograr buenos resultados académicos”. Conseguir que los hijos tengan su propia independencia en el momento de estudiar, según apunta Universia, se puede conseguir fácilmente: “Lo ideal es que se coloquen en el mismo lugar siempre. Un espacio donde puedan evitar distracciones; es bueno explicar a los integrantes de la familia o a los compañeros de piso que ese será su lugar de estudio para evitar interrupciones. También es necesario que el escritorio o rincón de la mesa esté ordenado, para poder encontrar rápidamente aquello que necesitan para estudiar”.