El verano es una época ideal para organizar un taller con materiales que hay por casa y estimular y desarrollar habilidades; fomentar la creatividad, desarrollar la confianza y la autoestima; o ayudar a aprender de manera práctica a través del trabajo en equipo. Una idea es crear un taller de pompas de jabón, con el que los más pequeños de la casa podrán aprender y disfrutar convirtiendo este material en burbujas.
Primeros pasos
Para comenzar debemos saber que las pompas se forman debido a la tensión superficial del líquido. Esta propiedad permite que tengan forma esférica y mantengan el aire en su interior. Para hacer el jabón, que es la base de este taller, es necesario agua, jabón para fregar los platos, una cucharada de miel, una de levadura y otra de azúcar.
Además de los anteriormente mencionados, se pueden utilizar materiales reciclados y de ‘estar por casa’ para crear los pomperos. Para hacerlos, proponemos tres ideas diferentes: la primera utilizando una botella; otra con pajitas; y la tercera utilizando palos para hacer pompas gigantes.
Con una botella
En el primer caso se necesitan pajitas, una botella pequeña cortada por la mitad (hay que quedarse con la parte de la boquilla) y una goma. Se deben coger un puñado de pajitas, cortarlas para que queden trozos de unos 5 cm y meterlos en la boquilla atados con la goma. Para utilizarlo, hay que mojar las pajitas que quedan por fuera de la botella en el jabón y soplar por el otro extremo.
Pompas con pajitas
En el caso de crear el pompero solo con pajitas, los pasos son sencillos: primero hay que cortar varias en trozos pequeños, para después ir pegándolos uno sobre otros con la pistola de silicona. Para que quede más original, se pueden pegar de tal forma que simulen figuras como estrellas, corazones, flores… Una vez se tenga la figura deseada, hay que pegar una pajita entera sin cortar a modo de soporte del ‘pompero’. Cuando esté todo seco, se mojan los tubos en la mezcla de jabón, por el lado contrario se sopla y… ¡listo!
Pompas gigantes
Los pomperos para pompas gigantes se hacen con un par de palos, un trozo grande de hilo de algodón y un cubo mediano. Es importante la forma en la que se anuda el hilo: un lado debe ser del doble de largo que el otro. Así, cuando se sumerge en el cubo con el jabón se crea una película muy fina que permite que salgan las pompas con un movimiento de los brazos (si hay viento será mucho más sencillo).