La pedagogía Montessori defiende la estimulación de las capacidades de los menores para que puedan jugar, experimentar y aprender; todo a la vez. Y para hacerlo en casa se han diseñado múltiples opciones de muebles Montessori. Quizá los más populares sean las camas (muy bajitas y que fomentan que tengan plena independencia para moverse e, incluso, entrar y salir de ella) pero no son los únicos ni mucho menos.
Triángulo, rampa y arco
Un ejemplo más es el kit de desarrollo de movimiento de WoodandHearts que hemos probado, compuesto por tres piezas: un triángulo, una rampa y un arco. Disponible en varios tamaños adecuados entre 2 y 8 años y con resistencia a hasta 60 kg de peso, pueden utilizarse desde comienzan a gatear, momento desde el que aprenderán a pararse, trepar y mantener el equilibrio; mejorarán su concentración y pensamiento lógico y desarrollarán la creatividad y la imaginación. Al mismo tiempo, también se trabajan habilidades motoras finas y gruesas, las habilidades sensoriales, la fuerza y la confianza.
Fabricados a mano, emplean madera contrachapada de abedul pulido de alta calidad y madera de haya, y un barniz sostenible a base de agua respetuoso con el medioambiente que no provoca reacciones alérgicas y no emite sustancias nocivas. El montaje es muy sencillo y se basa únicamente en unir piezas de madera con tornillos. Todos los elementos vienen marcados para indicar a que componentes del kit pertenecen y, además, vienen tornillos adicionales por si alguno se pierde.
El triángulo, en primer lugar, les anima a escalar. Con ello, conocen mejor su propio cuerpo y sus limitaciones, mejoran en agilidad y coordinación, aumenta su seguridad y reconocen el espacio y las posibilidades de desplazamiento. En este caso, es plegable para facilitar su almacenamiento: solo hay que aflojar unos tornillos con forma de engranaje situados a cada lado para que se pliegue o quede completamente seguro para subirse.
La rampa, por otro lado, por un lado es lisa (ideal para usarlo como pasarela e, incluso, tobogán) y por el otro tiene agarraderas como las de un rocódromo que fomentan la escalada. En cada uno de sus lados incorpora unos soportes que ayudan a colocarla de forma segura anclada al triángulo y también al arco. Este último sirve para escalar, para pasar por debajo y, si se da la vuelta, como balancín (es imprescindible un cojín).
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Otra alternativa más es la torre de madera Montessori de WoodsandHearts, diseñada pensando en fomentar la independencia de los más pequeños de la casa y que puedan implicarse en procesos diarios: desde lavarse solo las manos a ayudar en la cocina. Además, comparte con el kit de desarrollo de movimiento el uso de materiales cuidados y respetuosos, el montaje sencillo y la versatilidad.
En este caso, se trata de un taburete multifuncional indicado para bebés desde 8 meses hasta niños de 6 años, con un peso máximo de 60 kg. Su diseño es convertible: funciona a modo de mesa con silla de fácil acceso para que puedan jugar o dibujar; se transforma en una escalera para que alcancen elementos demasiado altos para ellos; y sirve como torre de escalada. Para ello, solo hace falta ir quitando y poniendo seguros.
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