Cuando llegan las vacaciones también lo hacen el tiempo libre para los estudiantes, el descanso y la posibilidad de vivir experiencias diferentes a las de su día a día escolar. Un espacio perfecto para combinar aprendizaje y diversión son los campamentos y cursos de idiomas que les permitan desarrollar nuevas habilidades y divertirse en grupo. Pero, ¿cuáles son los principales beneficios de este tipo de actividades? Juvigo, una plataforma que ayuda a encontrar y comparar distintos tipos de campamentos y cursos de idiomas tanto en España como en el extranjero, los señala a continuación.
Los beneficios de los campamentos
En un campamento, los jóvenes suelen encontrar un lugar seguro para ser ellos mismos y tienen la oportunidad de estar más en contacto con la realidad al alejarse de las pantallas y la tecnología del día a día. Por otro lado, y al participar en las tareas programadas que se suelen llevar a cabo en los campamentos, como actividades deportivas y al aire libre, adquieren habilidades que les pueden servir para el resto de su vida. Así, y al conocer a otros menores, les ayuda a desarrollar diferentes habilidades sociales, tales como el trabajo en equipo, la empatía, la comunicación y el respeto hacia los demás.
Otra ventaja es que, dependiendo de la época, se pueden realizar distintos tipos de actividades. En verano se pueden elegir campamentos especializados en actividades acuáticas y más orientados al aire libre, aprovechando el gran número de horas de sol que caracteriza a esta estación. Por su parte, los campamentos en invierno o en fiestas puntuales como Semana Santa, por ejemplo, son perfectos para los jóvenes amantes de los deportes invernales o que busquen estar en pleno contacto con la montaña y la naturaleza.
Los cursos de idiomas: oportunidad de aprender o mejorar una lengua
Los cursos de idiomas, por su parte, son una opción ideal para aquellos que, además de querer aprender o mejorar en un idioma determinado, quieren vivir una experiencia diferente, incluso en el extranjero. Especialmente dirigidos para jóvenes a partir de los 11 años, una de sus principales ventajas es que contribuyen a la mejora de las habilidades lingüísticas en un idioma de una manera más efectiva que en el aula. Al participar en juegos, talleres o conversaciones informales en una determinada lengua, el entorno es mucho más natural y espontáneo para el adolescente que la formalidad del centro educativo, lo que hace que el aprendizaje sea mucho más dinámico y divertido.
Por otro lado, la participación en un curso de idiomas también ayuda a los estudiantes en el plano personal, ya que fomenta el desarrollo de las habilidades comunicativas y sociales, así como a su capacidad de independencia y su sentido de la interculturalidad al salir de las fronteras de su propio país y conocer uno nuevo con nuevas costumbres, gastronomía o cultura.
En definitiva, estas experiencias permiten a los jóvenes salir de su zona de confort, conocer nuevas culturas y construir recuerdos inolvidables, haciendo de cada curso o campamento una oportunidad única para crecer.