Cascadas de humo, botellas sensoriales, tornados…Estos son solo algunos ejemplos de los experimentos que se pueden hacer reutilizando una botella de plástico. Con ellos, los pequeños aprenderán cuestiones sencillas sobre ciencia; son aptos para todas las edades y resultan ideales para llevarlos a cabo en familia.
Ventilador con botellas plástico
Un ventilador genera presión estática para vencer las resistencias al movimiento del aire y con este tutorial se puede hacer uno casero con pocos materiales para comprobar cómo funciona. En primer lugar, se cogen dos palos de madera (sirven los de helado) y se agujerean por el medio. Por esos agujeros hay que introducir un palillo alargado y pegar los palos en forma de cruz. Después, con un cúter o algo afilado se hacen tres agujeros en la botella: en el ‘culo’, en el tapón y en un lateral; y en este último se introduce un trozo de hilo o cuerda, que luego se anuda a un palillo colocado en el agujero del tapón, que se enrosca. De esta forma, al tirar del hilo girarán las ‘hélices’ del ventilador.
Botellas sensoriales
Resultan muy útiles como herramienta educativa para el desarrollo infantil y mejorar la motricidad. Arena de playa, pompones de colores, purpurina… Hay muchas maneras de rellenar la botella o un frasco. En este vídeo se proponen ocho tipos con diferentes materiales como colorante alimentario, hojas, flores o agua. Además, ayudan a que los más pequeños descubran formas, colores o sonidos.
Bomba de presión de agua (Ley de Boyle)
Una botella, agua, una pajita, un globo, un embudo, un cúter y silicona. Estos son los materiales imprescindibles para realizar este experimento. Se hace un agujero en la parte superior de la botella y se introduce la pajita fijándola con silicona. Después, se vierte el agua dentro y se infla el globo colocándolo en la boquilla. Al soltarlo, el agua sale por la pajita hacia fuera de la botella. Esto explicaría la ley de Boyle, que establece que la presión de un gas en un envase cerrado con una temperatura constante es inversamente proporcional al volumen del recipiente.
Cascada de humo
Además de una botella de plástico (con tapón) se necesita un lápiz, un mechero, un cúter y una hoja de papel (a poder ser, reciclado). Primero se hacen dos marcas en un lateral de la botella, una en la parte superior y otra en la inferior. Con el cúter, se realizan dos agujeros en ellas. Después, en el orificio de la parte superior hay que introducir un trozo de hoja enrollada y quemar lo que queda por fuera con el mechero. Como el humo es más denso que el aire frío que hay en el interior de la botella, éste bajará por su propio peso, creando el efecto de una ‘cascada’. Con este experimento se demuestra que el aire tiene masa y densidad.
Tornado con botella
Para realizar este experimento se necesitan tres materiales o elementos: agua, una botella con tapón y detergente de cocina. Se llena la botella de agua y se echan unas gotas de jabón dentro. Luego, hay que taparla y agitarla hasta que salgan burbujas. Para que aparezca el ‘tornado’ hay que hacer fuertes movimientos circulares. Una vez que dejamos el recipiente quieto se podrá observar cómo gira en su interior. Esto se debe a la fuerza centrífuga generada al rotar la botella creando un vórtice en el centro.