Consejos para prevenir la adicción a la tecnología también en vacaciones

En la actualidad, la sociedad vive un auge del uso de la tecnología en todos los entornos y edades. Según el Instituto Nacional de Estadística, a día de hoy el 83,4% de los hogares españoles tiene acceso a Internet, y el 75% de los niños de 12 años ya dispone de un teléfono móvil propio. La disponibilidad a edades tempranas de este tipo de dispositivos y la falta de educación en su uso correcto puede conducir al uso abusivo de estas herramientas e, incluso, a la adicción... ¿Cómo podemos prevenirlo también en vacaciones?

El Servicio de Asuntos Sociales de la Universidad de Salamanca identifica diferentes tipos de adicción a las TIC, aclarando que todas ellas tienen en común la nomofobia: el pánico a no disponer de teléfono móvil, herramienta básica para el acceso a la red. Sin embargo, señalan las más extendidas y fáciles de identificar actualmente: dependencia de redes sociales y servicios de mensajería instantánea (Facebook, Twitter, WhatsApp…), adicción a los videojuegos (principalmente de rol) y el infosurfing (navegación continuada en la red sin ningún objetivo claro).

¿Cómo prevenir la adicción a la tecnología?

De acuerdo con el psiquiatra y doctor Jaume Eroles, “cualquier actividad que provoca satisfacción en nuestra vida diaria, puede convertirse en conducta adictiva si se pierde el control sobre su uso. No hace falta tener una predisposición a la dependencia a las TIC, sino que inadvertidamente se puede pasar de forma progresiva del uso al abuso y a la dependencia; del divertimento al vasallaje”. Además, indica que comúnmente se ha considerado un trastorno propio de la adolescencia, con raíces en aprendizajes ya anómalos en la infancia, pero que los adultos no están exentos de estos riesgos.

Según el libro publicado en el año 2012 y escrito por Enrique Echeburúa y Ana Requesens, ‘Adicción a las redes sociales y nuevas tecnologías en niños y adolescentes’, para identificar si una persona es adicta, se deben cumplir ciertas características: inclinación desmesurada a su utilización, su uso interviene gravemente en la vida cotidiana, genera dependencia y se percibe un síndrome de abstinencia.

Consejos de prevención

• Horario de uso estipulado

Según la Academia Americana de Pediatría, antes de los 18 meses los niños no deben exponerse a pantallas. Desde entonces hasta los 2 años, es recomendable hacerlo siempre en compañía de un adulto. Entre los 2 y los 5 años, el uso debe limitarse a un máximo de una hora y siempre en compañía de un adulto. Y, únicamente a partir de los 6 años, los adultos son los encargados de establecer límites claros y en base al cumplimiento de otras actividades necesarias para su desarrollo.

• El adulto se convierte en modelo

Los padres, abuelos o responsables de los niños siempre van a convertirse en el modelo de actuación y conducta de los más pequeños. Por lo tanto, deben comportarse con los dispositivos tecnológicos tal y como deseen que los hagan los niños. Por ejemplo, para prevenir el uso de dispositivos móviles durante el desayuno, la comida o la cena, los adultos tampoco deben usarlos, convirtiendo así la mesa en un ‘encuentro social’, en el que todos hablan y comparten sus pensamientos y experiencias.

• Fomentar relaciones sociales y físicas con otros

Uno de los mayores riesgos de las TIC es que tienden a reducir las relaciones interpersonales a conversaciones virtuales, suprimiendo la necesidad de los encuentros físicos. Por ello, es muy recomendable empujar a los niños a bajar a jugar al parque con amigos, acudir y organizar fiestas de cumpleaños, tener en cuenta las actividades que se realizan en el municipio…

• Deporte

El ejercicio físico y la práctica de diferentes deportes, en especial en equipo, sitúa a los niños frente a situaciones espontáneas cuya solución requiere de un nivel muy alto de activación, mejorando el autoconcepto físico. Además, les ayuda a compartir emociones con sus compañeros y a aprender sobre compañerismo y competitividad, nociones básicas para su desarrollo como personas.