Introducir diferentes actividades relajantes antes de que los menores se vayan a dormir pueden no solo facilitar esta rutina, también liberar el estrés diario y prepararles para una noche de sueño reparador. Practicar mindfulness o yoga son algunos de los ejemplos que siempre son adaptables a sus gustos o preferencias. Proponemos cinco actividades para ayudarles.
Técnica del globo
Con un globo pueden realizar ejercicios de respiración para relajarse haciendo inhalaciones y exhalaciones profundas. La actividad consiste en que la madre o el padre infla un globo y el menor imita con su respiración como se infla y desinfla manteniendo los ojos cerrados en todo momento. Y es que la respiración controlada y consciente resulta una herramienta eficaz para reducir los niveles de estrés ya que ayuda a estabilizar el sistema nervioso antes de dormir.
Jugar con los dedos
Los gestos manuales y el contacto físico asociado con las canciones de dedos proporcionan una estimulación sensorial. También pueden tener un efecto calmante y reconfortante para los más pequeños, ayudándoles a relajarse antes de acostarse. Esta canción habla de que los dedos tienen sueño y, con la palma abierta, hay que ir bajándolos de uno en uno hasta tener el puño completamente cerrado: en ese momento, la hora de dormir ha llegado.
Un juego de cartas
Para menores de entre 8 y 10 años, ‘Con calma’ es una propuesta que incluye 30 cartas con actividades para trabajar el mindfulness. Inspiradas en la naturaleza, sugiere ejercicios centrados en diferentes plantas como el girasol y animales como el gato que ayudan a reflexionar y controlar la respiración. Incorporar esta actividad a la rutina nocturna puede ayudarles a mejorar la calidad del sueño y promover un estado mental más relajado antes de acostarse.
Imitar a una tortuga
Los cuentos son un gran aliado a la hora de dormir y este sirve para trabajar el autocontrol, la relajación y la gestión de las emociones. En concreto, en esta actividad en forma cuento tienen que imitar la reacción de una tortuga, sentándose y colocando la cabeza entre los brazos para controlar sus impulsos. Así, adoptar esta posición favorece la relajación muscular y ayuda a liberar la tensión. Dentro de su ‘caparazón’, tanto la tortuga como el menor tienen tiempo para relajarse y procesar sus emociones.
Viaje al bosque encantado
El yoga brinda herramientas para manejar el estrés a través de la relajación y la conciencia del cuerpo y la mente. Esta actividad narra una historia mientras los pequeños realizan distintas posturas y estiramientos. Esta historia habla sobre un día de paseo en el bosque donde es posible encontrar mariposas, flores o árboles: deben representar con su cuerpo las distintas figuras mientras mantienen una respiración relajada.