El encierro obligado que estamos sufriendo en España por la crisis sanitaria del Coronavirus es especialmente duro para los niños y adolescentes. Irritabilidad, enfado, frustración, cambios de humor o más peleas entre hermanos son solo algunos de los efectos psicológicos que puede producir la cuarentena. Ante esta situación, es conveniente que los padres elaboren un ‘plan estratégico’ para pasar estos días de la mejor manera posible. Gabriela Paoli, psicóloga, formadora y consultora en temas de Desarrollo Personal y Organizacional, nos ofrece consejos y actividades educativas para realizar en familia durante la cuarentena:
Propuestas de actividades educativas:
Hábito de estudio
Es conveniente que no pierdan el hábito de estudio. Los estudiantes pueden ir avanzando con los temas y hacer esquemas de lo aprendido. Pueden leer un capítulo de un libro y hacer un resumen, buscar información, ver vídeos y películas, documentales, etcétera.
Vivimos en una época en la que es fácil encontrar múltiples recursos. Para hacer más atractivo y divertido el tiempo de estudio, es interesante que usemos diferentes formatos o soportes (libros, vídeos, podcast, etc.)
Efecto de la música
Podemos aprovechar el tiempo para practicar alguna obra musical, o incluso, aprender a tocar algún instrumento, o componer alguna canción. La música es muy terapéutica, todos conocemos los efectos de cantar alguna canción con alegría. Esto les proporciona seguridad y sensación de “seguir en su día a día”.
Concursos o juegos
Los concursos sirven para estimular la competitividad y la creatividad entre hermanos.
Podemos crear concursos para ver quién crea el mejor cuento o canción, la mejor receta fácil y casera. Podemos crear brigadas de limpieza, o jugar a que trabajan en el restaurante más internacional de la ciudad y necesitan una buena organización para que salgan todos los platos. Ellos tendrán que decidir si quieren ser cocineros, reposteros, encargarse de los cócteles, del lavaplatos, etc.
Ejercicio físico y ¡creativo!
Quizás es la clave más importante. ¿Te has quedado sin ideas y os puede el aburrimiento? Prueba a hacer sesiones de yoga, karaoke, baile, gimnasia, o jugar con pelotas, cuerdas, globos, etc. Además de las típicas sesiones de peluquería, jardinería, bricolaje…
Prepara diferentes estancias
Hay que evitar permanecer todo el día en la misma habitación; el efecto zulo es algo muy típico de los adolescentes. Por eso, lo recomendable es intercambiar actividades más pasivas o sedentarias con algunas más activas, e incluso con las que se realicen sentados o tumbados en alfombras y entre almohadones.
Para ello, podemos organizar esquinas o habitaciones pequeñas para lectura, dibujo, estudio… Intenta que sea un lugar que le dé luz solar en algún momento del día, o si el clima acompaña tiempo, puede ser un espacio abierto.
Coloca en este lugar plantas y flores, para preparar un entorno más ecológico.
Lo más recomendable es contar con varias estancias en la casa, para así poder realizar diferentes actividades y que les resulte más confortable el lugar y la actividad.
Lecturas y películas inspiradoras. Creamos debates con nuestros adolescentes
Para los adolescentes de la casa, puede ser una oportunidad magnífica para leer ‘El Diario de Ana Frank’: en él, dejó constancia de los casi dos años y medio que pasó ocultándose de los nazis con su familia y cuatro personas más en Ámsterdam. Es obvio que la situación es muy diferente, pero puede ser una historia reveladora que, además, ofrece algunas pistas de cómo ella y su familia sobrellevaron una situación tan límite.
Reflexionar sobre este tipo de historias puede ser un punto de partida para muchas otras cuestiones y dar lugar a que nazcan otros intereses. Por ejemplo, por la historia, por Ámsterdam e incluso buscar información sobre la casa de Ana y la ventana por donde ella escuchaba el campanario que le marcaba las horas o el árbol que veía y le permitía saber en qué estación del año se encontraban.
Grabación de documentales
En cuanto a los más pequeños de la casa, podríamos plantearlo como si fuera un juego, empleando para ello mucha creatividad e imaginación. Por ejemplo, les podemos plantear que imaginen estar en un nuevo planeta o país mágico, o por qué no, formar parte de un gran experimento de la NASA. Con nuestra ayuda, pueden grabar, hacer fotos, vídeos o incluso crear un documental sobre lo que estamos viviendo o experimentando para que quede un registro de nuestra aventura.