Este proyecto nació a partir de la realización de un curso de formación sobre Visual Thinking impartido por Garbiñe Larralde, en el cual me di cuenta de un aspecto fundamental para el aprendizaje: desde el dibujo resulta más sencillo retener y expresar lo que se ha entendido.
Inicialmente, comenzamos a dar pequeños pasos en la asignatura de Plástica con dos objetivos: por una parte, ayudar al alumnado a perder el miedo a dibujar y, en segundo lugar, hacerle ver y experimentar que todos somos capaces de dibujar. De esta manera pusimos en práctica diferentes técnicas: dinámicas de cómo dibujar al revés (dibujando con el lado derecho del cerebro); aprendizaje de los beneficios de lo que es Visual Thinking; o cómo hacer un mapa visual (qué elementos lo componen, de qué herramientas disponemos, qué formatos podemos utilizar, cuál es el proceso que hay que seguir, cómo unir ideas para crear una metáfora…). Después de entender y asimilar el proceso en sí, empezamos a trabajar en la clase de Matemáticas con este potente instrumento de aprendizaje.
Visual Thinking en Matemáticas
Los estudiantes emplean esta técnica de aprendizaje visual como herramienta de trabajo. Así, van construyendo su Visual Thinking, tanto de conceptos matemáticos como de los procesos a poner en marcha en la resolución de problemas; aunque debo advertir que el proceso de crear metáforas en la asignatura les resultó complicado por lo abstractos que son algunos conceptos.
Por otro lado, cuando el tema se ha trabajado de forma cooperativa, el alumnado realiza el mapa correspondiente en grupo y durante las horas de clase. Al finalizar, elaboran un mapa visual donde tienen personalizado todo su proceso de aprendizaje. Estos mapas tienen valor en la nota de evaluación y durante el examen lo pueden consultar.
Apoyo al estudio
Los alumnos valoran de forma muy positiva la realización de su mapa visual por diferentes motivos. Citando textualmente algunas de sus expresiones acerca de dichos motivos, diré que “es más fácil acordarse de un dibujo que de un montón de letras”; “dibujando repaso todo lo que he aprendido”; “los dibujos me ayudan a estudiar”; “con el dibujo veo más claro el proceso que tengo que seguir en los problemas”…
En conclusión, esta metodología ha sido y es una experiencia en la que los estudiantes no dejan de sorprenderme cada vez que la realizamos. Además de observar el progreso, percibo que les ayuda a entender aquello que están estudiando en ese momento, especialmente los procesos.