El centro trabaja teniendo en cuenta el desarrollo integral de los alumnos, además de sus capacidades, competencias y habilidades en un entorno donde sus caras muestren sus emociones básicas ya que desde ellas se realiza un aprendizaje efectivo y real. Además, no queremos que memoricen contenidos a corto plazo, sino que investiguen, que lleguen a acuerdos y que recuerden los conceptos dentro de sus propios mapas mentales. Por tanto la sorpresa, la autonomía, el trabajo en equipo, la iniciativa, la creatividad y el respeto son (entre otros) pilares fundamentales.
Juegos y canciones para activar el cerebro
Nada más entrar en el aula, los estudiantes se sientan en sus equipos cooperativos pero si antes necesitan contar o preguntar una duda dedicamos los primeros minutos a estas inquietudes. Después de ello, comienzan a trabajar en la fase del proyecto en el que se encuentren: la sesión se inicia con juegos y canciones para activar precisamente al cerebro hacia lo que se trabaja.
Después, y dependiendo de esta fase, pueden estar viajando a través de Google Earth, trabajando con códigos QR, leyendo en su iPad, trabajando en rincones con bingos o juegos manipulativos tipo regletas, practicando un role-play, una entrevista…….. La actividad no se detiene y los profesores- así como les supervisan y ayudan- les preguntan sobre lo que más les ha gustado.
Actividad, dinamismo, iniciativa … pero todo dirigido, con sentido y organizado con una finalidad que conocen de antemano porque ya se les ha preguntado sobre lo que saben del tema, lo que quieren saber y lo que quieren hacer. Sus respuestas orientan el trabajo y se les involucra tanto en la dinámica de los proyectos como en la resolución de los conflictos que de forma necesaria y útil surgen durante el transcurrir de las clases. La reflexión, el autoconocimiento de sus emociones y el autocontrol orientan sus acciones.
Trabajo por proyectos en Infantil y Primaria: fomentando la cooperación
Trabajamos por proyectos y de forma globalizada para ofrecerles cauces que les ayuden a pensar, a investigar, a confrontar con otros sus ideas, a llegar acuerdos y a aprender del error. Iniciarse en edades tempranas (Educación Infantil) nos parece importante ya que es una forma de aprender a vivir, de aprender a ser, a buscar metas, a poner los medios para conseguirlas y también para autoevaluarse.
En el trabajo por proyectos en Infantil el otro es alguien que también marca mi aprendizaje. Yo solo no llego al mismo sitio que llego en cooperación con lo demás, en grupo. Cuando trabajamos en un proyecto, la información que yo aporto se enriquece continuamente con lo que los demás aportan, incluso a veces se contradice, dando lugar al diálogo y la verificación, la comprobación. Es un dialogo continuo y un aprendizaje que se va construyendo con el saber, el sentir, el creer y el hacer de los demás.
Gestión de las emociones
Los alumnos, por otro lado, desarrollan todas las inteligencias múltiples, habilidades superiores y competencias: los protagonistas son ellos y realizan una exhaustiva investigación sobre el proyecto para la elaboración de un producto final que cada equipo expondrá a la clase. Esto nos permite desarrollar el espíritu emprendedor, la competencia de aprender a aprender (social y cívica incluidas) y, por supuesto, la digital. En sus equipos, dialogan, investigan y colaboran en la resolución de los retos que se les plantean.
De igual forma, en las aulas se lleva cabo un programa de educación emocional que les está sirviendo para identificar sus estados emocionales y aprender a cambiarlos cuando no son los apropiados. Así, los castigos no hacen falta para controlar su comportamiento, ellos mismos aprenden a gestionarlo.