Hace poco, ZARA presentó un nuevo diseño corporativo. ¿Por qué lo hizo? Porque los logos suelen buscar transmitir una idea sobre la empresa a los usuarios. Y precisamente este hecho me dio pie a preparar una actividad relacionada con el texto argumentativo: aproveché para recopilar una larga lista de evoluciones de logos conocidos, como por ejemplo el de Google, Instagram o Netflix.
¿Por qué han cambiado los logos?
En grupos de dos o tres, les pedí que observaran la selección e investigaran el porqué de los cambios. Por supuesto, pudieron mirar en Internet. En pocos minutos fueron capaces de comentar aspectos relacionados con la psicología del color, las tipografías más usadas hoy en día o la progresiva desaparición de los diseños tridimensionales.
Tras el análisis, fue el momento de debatir sobre la pertinencia o no de los nuevos logos. ¿Habían mejorado? ¿Eran más claros? ¿Transmitían lo mismo? ¿Se habían modernizado? ¿Se dirigían a un público específico? ¿Por qué?
¡Todos trabajamos en una agencia de publicidad!
Luego, les pedí que pensaran un logo que ven habitualmente, porque lo analizarían de arriba a abajo. Y les anuncié el colofón de la actividad: tendrían que hacerse pasar por una agencia de publicidad y pensar posibles mejoras en él, para después proyectarlo en un boceto sencillo. Para terminar, debían redactar un texto argumentativo para justificar dichas modificaciones y preparar una breve exposición en público. Era indispensable que los argumentos fueran lo suficientemente sólidos como para convencer a unos clientes muy exigentes: el resto de la clase... y yo.
Los textos que resultaron de la actividad, que siguieron unos criterios textuales fijados con anterioridad, fueron una gran demostración de persuasión. Por ejemplo, un grupo reformuló el logo de Haribo con una versión que convertía las letras en chucherías para transmitir felicidad, positivismo y diversión. Otro, en cambio, incorporó al logo de Greenpeace una imagen terrestre que se desintegra con la mano que la sujeta y que, según se mire, representa una paloma de la paz.
La actividad, que buscaba ir más allá de la tipología textual argumentativa, fue un éxito arrollador. Practicaron la expresión escrita, pero también el análisis y la reflexión. ¡Quién sabe si en un futuro acaban trabajando en una empresa de publicidad!
¡Excelente idea!??
Grandísima idea y extraordinario trabajo. Enhorabuena PROFE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!