Gracias a esta iniciativa, los estudiantes del CEIP Ramón María del Valle-Inclán de Oleiros (A Coruña) han aprendido a confiar en sí mismos y a perder el miedo a hablar en público, además de adquirir competencias digitales. Los docentes Miguel Ángel Valín y Gregorio Varela nos lo cuentan.
Micrófonos listos, cámaras grabando… ¡Comienza el telediario escolar! Cada semana, nuestros estudiantes de Infantil y de Primaria se convierten por unas horas en reporteros, recorriendo el colegio y otros rincones de interés en busca de noticias que reflejen la realidad escolar y comunitaria. Pero aquí no se trata solo de contar historias, sino de vivirlas, que desarrollen su autonomía, el pensamiento crítico… para hacer del aprendizaje una experiencia real, creativa e inolvidable. Todos tienen un papel activo y trabajan en equipo, pues no solo hay reporteros, también editores, ayudantes, técnicos audiovisuales…
Esta experiencia forma parte de un proyecto enraizado en la realidad local que incentiva el uso del gallego y, al mismo tiempo, impulsa otros objetivos clave, como el desarrollo de las competencias digitales, la mejora de la expresión oral y escrita, el fomento de habilidades comunicativas y la superación del miedo a hablar en público. También busca fortalecer la capacidad de organización, responsabilidad, colaboración, análisis crítico e investigación del alumnado. Por otro lado, la evaluación periódica del impacto del proyecto nos permite recoger su feedback y adaptar las actividades según sus necesidades.
Índice de contenido:
Tras recopilar la información que necesitan, los estudiantes organizan las intervenciones para el telediario semanal. Emplean técnicas audiovisuales, sobre todo el chroma key, una herramienta que permite crear fondos personalizados que simulan un estudio profesional. Para preparar estas grabaciones, reciben consejos técnicos básicos, como el uso adecuado de la iluminación y la importancia de evitar las sombras, junto con recomendaciones sobre el vestuario como no llevar prendas verdes o azules. Esto les resulta útil para comprender los procesos audiovisuales y cuidar los detalles técnicos. Durante la grabación, los reporteros y presentadores se enfrentan a la cámara, lo que les permite mejorar su dicción y su capacidad de hablar en público.
A lo largo de esta primera fase, el alumnado se familiariza asimismo con la cámara de vídeo para grabar; el manejo de trípodes y soportes para garantizar la estabilidad durante la grabación; y el uso de los micrófonos para capturar el sonido con la mayor calidad y sin interferencias. Tampoco faltan los ordenadores ni el teleprompter, el dispositivo que facilita la lectura del guión durante la grabación y les ayuda a mantener la fluidez en la presentación.
Tras la fase de grabación viene la de edición, en la que trabajan con dos programas de software libre. Uno de ellos es Audacity, que se utiliza para mejorar la calidad del sonido, eliminar ruidos y añadir efectos sonoros que dan al telediario un toque profesional. Por su parte, Openshot se emplea para juntar las partes de los vídeos que graban, añadir transiciones y trabajar los efectos de chroma: lo hacen así para que el telediario resulte atractivo y dinámico.
Todos los telediarios se suben a la página web del centro. Están disponibles en este enlace para que las familias (tienen la oportunidad de implicarse aportando información e ideas) y la comunidad local puedan verlos y sigan el progreso de los estudiantes; todo ello de manera completamente segura y respetando los protocolos de protección de datos. Previamente se entrega a las familias y los tutores legales los formularios de consentimiento correspondientes que autorizan el uso de la imagen y voz de sus hijos en el telediario.
El proyecto está proporcionando al alumnado mucho más que habilidades técnicas y competencias digitales avanzadas. Desde el punto de vista de la comunicación, les ayuda a mejorar su expresión oral; superar el temor de hablar ante los demás; y desarrollar una autoconfianza que es fundamental para su futuro académico y personal.
A nivel emocional, también tiene un impacto profundo porque muchos estudiantes comienzan con inseguridades, especialmente al presentarse delante de una cámara, pero a medida que avanza el curso se ven a sí mismos mejorar y ganar confianza. Cada semana, comprueban el resultado de su trabajo, descubren su potencial y valoran la importancia del trabajo en equipo. El telediario escolar les permite, de este modo, ser parte activa de la comunidad educativa, la cual reconoce su capacidad para comunicar y contribuir.
Uno de los factores clave de este proyecto de televisión escolar es su enfoque en la mejora continua. El profesorado evalúa regularmente su impacto, recogiendo la retroalimentación del alumnado y ajustando las actividades según sus necesidades e intereses. Este proceso de reflexión constante garantiza que se adapte a los retos y las demandas educativas actuales.
