El curso pasado llevamos a cabo el proyecto ‘Etiam si omnes, ego non’ (aunque todos lo hagan, yo no) que obtuvo el Premio Nacional Ángel Sanz Briz de buenas prácticas docentes otorgado por el Ministerio de Educación a los proyectos que sirven para visibilizar a los supervivientes del Holocausto y que apuestan por la erradicación del antisemitismo en las aulas. Como colofón final, transformamos el pasillo del colegio en la ‘Avenida de los Justos’ y los estudiantes realizaron árboles digitales que llevaban el nombre de diferentes personalidades judías y al que incorporaron un código QRS que mostraba un Sway con la biografía del personaje.
Siguiendo ese hilo conductor, este año hemos seguido con la temática y hemos realizado otro proyecto con los estudiantes de 4º de Secundaria y 1º de Bachillerato centrado en los supervivientes de la Shoá (la traducción judía de holocausto) como homenaje a todas las personas que a pesar de la violencia y el miedo, lucharon hasta el final por su vida y su supervivencia fue una forma de resistencia. La actividad ha sido desarrollada de manera interdisciplinar en la asignaturas de Sociales, Historia Contemporánea e Informática.
Para llevar a cabo este proyecto contamos con la presencia de Eva Leitman, una de las personas salvadas por Ángel Sanz Briz, embajador español en Hungría durante la II Guerra Mundial y encargado de la Embajada de España en Bucarest durante la ocupación nazi. También escuchamos el testimonio de Patricia Weisz Friedman, hija de una superviviente de Auschwitz.
El antes y el después
A partir de estos dos testimonios, el primer paso que seguimos fue la adjudicación de un superviviente a cada estudiante. Para evitar la repetición del personaje en 4º de la ESO y 1º de Bachillerato, utilizamos Microsoft Teams (un chat grupal que nos facilitó el trabajo). A esto siguió una tarea de investigación. ¿Cómo era su vida antes de ser deportado? ¿Cómo era su familia? ¿A qué se dedicaba? ¿Qué pasó después de la guerra? Después de descubrir todas estas cuestiones, los alumnos diseñaron como producto final un marco de fotos con dos imágenes del personaje a analizar: una del antes y otra del después de vivir esta terrible experiencia. Para crearlos, usamos las imágenes por capas con las herramientas de Gint y Paint.
Un proyecto para trabajar la empatía
Además de dar a conocer la vida de estas personas, otro de los objetivos de este proyecto era trabajar el valor de la empatía en el aula. Para hacerlo posible, además de la exposición con los carteles, los estudiantes realizaron gracias a Sway una memoria de las emociones de su superviviente, dejándolas expuestas en el panel destinado a esta tarea.
Estas actividades han permitido a los alumnos conectar el trabajo del aula con otros ámbitos que han tenido repercusión en la historia. En este caso, el embajador de Israel en España quiso conocer nuestro proyecto de primera mano, un gesto muy gratificante para los alumnos y para los docentes.
Un honor salir en una foto (ahí al fondo medio tapado) de este magnifico proyecto. Ya puedo decir que yo estuve allí. Grandísimo trabajo Amparo. Enhorabuena y a seguir luchando contra la intolerancia y el antisemistismo.