Este centro puso en marcha en 2009 su proyecto digital con una integración gradual del iPad en el aula. Está previsto que para el curso 2016-2017 todos los cursos desde 4º de Primaria hasta 2º de Bachillerato incorporen las tabletas como herramienta de trabajo. Juan Pablo Sánchez del Moral, coordinador de Innovación Educativa del Colegio Tajamar, de Madrid, explica cómo están llevando a cabo ese proceso.
Hace ya siete que decidimos emprender nuestro proyecto educativo digital con la incorporación del iPad a los cursos de Primaria y su progresiva integración en Secundaria, porque entendimos que la tecnología es un medio para mejorar el proceso de enseñanza y aprendizaje. Así, todas las aulas están equipadas con portátil y proyector, y en el presente curso cada alumno desde 4º de Primaria hasta 3º de ESO trabaja con un iPad. Los de 1º y 2º de Bachillerato, por su parte, cuentan con tablets multimarca. Actualmente, gestionamos 750 iPad y está proyectado que lleguemos a los 1.000 dispositivos.
A lo largo de todo este tiempo, hemos aprendido que la tecnología por sí misma no funciona si no va acompañada de una buena metodología. La figura del profesor como guía se demuestra crucial. Lo importante es cómo se da clase y cómo se integra la tecnología en el modelo educativo de forma que aporte valor a la enseñanza. En concreto, la implementación tecnológica nos permite compartir información con los alumnos y que ellos la compartan con nosotros; comunicarnos con padres, estudiantes y equipo docente de forma más rápida y eficaz o poner en práctica metodologías que fomenten un aprendizaje activo. De este modo, podemos dedicar más tiempo a cada estudiante y a sus necesidades específicas.
Aprendizaje activo
El aprendizaje tradicional no pierde protagonismo, pero camina de la mano de la tecnología y las metodologías activas. Cada profesor elige la metodología que mejor se adapta a las necesidades de la clase en cada momento y aprovecha el potencial de la tecnología para lograr una experiencia de aprendizaje óptima.
En Tajamar, además, buscamos que el alumno desarrolle el pensamiento crítico y que aprenda a valerse de las nuevas herramientas a su disposición para buscar y tratar información y trabajar de manera autónoma. Nos ayuda a ello aplicar metodologías tales como el trabajo cooperativo, flipped classroom (clases al revés) o el Aprendizaje Basado en el Pensamiento (TBL).
Para desarrollar nuestro proyecto digital, hemos apostado por Blinklearning. Nos decantamos por esta herramienta porque, además de agrupar todos los libros digitales en una misma plataforma, permite complementar el contenido editorial con el creado por los profesores en función de las necesidades específicas de cada clase y medir el progreso académico de nuestros alumnos. También nos facilita trabajar sin depender de la conectividad a Internet, ya que podemos acceder al contenido en modo off line.