Hace años que procuro no hacer exámenes de los libros de lectura obligatoria. Decidí que lo mejor era que los estudiantes me entregaran un trabajo en el que realicen unas actividades.
Romeo y Julieta
Algunas están pensadas para hacer por parejas, aunque siempre se deja la opción de realizarlas de manera individual; en todos los trabajos hay, al menos, un ejercicio de creación literaria, y, por último, en ocasiones hay una tarea para realizar en grupo.
El año pasado leímos en clase de Literatura Universal de 1º de Bachillerato ‘Romeo y Julieta’, de William Shakespeare. Es un gran texto literario que muchos conocemos pero que a los alumnos del siglo XXI no les engancha, así que pensé que la mejor manera era relacionar esta lectura obligatoria con su vida diaria.
La historia de ‘Romeo y Julieta’ puede resumirse en el amor de dos adolescentes. Por eso, me planteé ¿cómo es una relación entre adolescentes en 2018?, ¿qué pasa si sus padres no aceptan la relación?
Sin duda, los sentimientos no han cambiado desde el siglo XVI, pero sí la forma en la que nos relacionamos, en la que nos comunicamos con nuestras parejas.
Cartas de amor por WhatsApp
En un primer momento pensé que escribieran de cartas de amor entre los protagonistas shakesperianos. Pronto descarté esa idea pues es notorio que ya casi no se escriben cartas. Una pena. Además, buscaba algo más dinámico, más cercano a la vida de mis alumnos y se me ocurrió que la mejor forma era pedirles que escribieran en parejas conversaciones entre Romeo y Julieta usando la aplicación de ‘WhatsApp’.
En la actividad se pedía que escribieran conversaciones entre los dos protagonistas de la obra. Podían mantener el lenguaje del siglo XVI o actualizar ese amor. La mayoría optó por dar una interpretación más actual a la historia original. El resultado de la experiencia fue muy bueno, por lo que decidí repetir de nuevo la actividad en este curso escolar.
¡Romeo y Julieta también usan emoticonos!
Con respecto al curso pasado he visto que los alumnos se lo han preparado más. La primera vez, lo habitual era que se cambiaran el perfil en sus propios ‘Whatsapp’ y que luego hicieran una captura de pantalla y lo imprimieran. Así me lo mostraron varias alumnas. Con eso era suficiente. Pero, para mi sorpresa, este año, muchos han ido más allá de lo que esperaba y han usado herramientas que han encontrado por la red para crear esos mensajes. Fueron auténticos whatsApps, con sus emoticonos, sus abreviaturas, alguna falta ortográfica…
Por el momento la actividad la realizaron en casa, pero vista la buena acogida que tiene la actividad, este año procuraré emplearla dentro del aula.
Por lo general el uso de los móviles en educación no es algo habitual. No podemos negar que para nuestros alumnos los móviles forman parte de sus vidas desde que nacieron. Me parece que introducir su uso en algunas tareas permite, por una parte que los alumnos aprendan a usar los teléfonos con un fin académico, y por otra, los profesores acercamos los textos clásicos a su vida.
¿Saben qué herramienta usó?
Como lo isiste