Fomentar el aprendizaje intergeneracional de programación, robótica y diseño 3D es el objetivo de este proyecto puesto en marcha en el Colegio Juan de Lanuza (Zaragoza), que involucra a las familias al completo. Nos lo cuenta Cristian Ruiz, profesor y Coordinador TIC del centro.
“Robótica en familia” es un espacio de aprendizaje intergeneracional en el que se juntan padres e hijos para aprender programación, robótica y diseño 3D. Llevamos con esta actividad desde el año 2013 y, en esta edición, el grupo avanzado, quienes llevan varios años, han realizado su propio espacio maker.
Todas las familias pasan primero por el grupo básico, donde enseñamos los conceptos fundamentales y básicos de programación y de robótica, en este caso, con tecnología Arduino. Luego, pasan a un grupo avanzado en el que son las propias familias —con el alumnado como protagonista— las que deciden qué quieren hacer. Por ejemplo, este año compramos dos impresoras 3D por piezas y ellos aprendieron a montarlas, y posteriormente han sido puestas a disposición del resto de la comunidad educativa para utilizarlas por ejemplo en proyectos del desafío STEM.
Una comunidad maker que va creciendo
De cara al futuro, la idea es conseguir un proyecto más global, donde a su vez se pueden hacer proyectos más pequeños para trabajar en equipos y de tal forma que un problema complejo se pueda descomponer en varios más pequeños que serían resueltos de forma independiente por cada grupo. Un ejemplo podría ser montar un servidor web para mostrar diferentes informaciones relacionadas con la salud en el entorno del colegio: temperaturas y humedades en diferentes espacios, contaminación acústica, etcétera. Otra opción sería plantear diferentes necesidades de la comunidad educativa para que puedan darles respuesta desde este grupo.
En estos talleres trabajamos en una sala de ordenadores para cuando hace falta montar y programar, y el laboratorio donde tenemos las impresoras 3D, los soldadores y resto de herramientas para crear. Disponemos de 18 kits de Arduino y varias cajas de sensores y material.
Todo este material también lo hemos utilizado en la educación reglada. En Primaria los alumnos empiezan a realizar sus primeras prácticas y llevan a cabo (por ejemplo) junto con el profesor una miniciudad domótica. En Secundaria y Bachillerato hemos participado con cinco grupos en el desafío STEM y ellos han sido los que han decidido qué querían crear para dar respuesta a un problema social, y la labor de los profesores ha sido guiar el aprendizaje de las tecnologías necesarias en cuanto a programación y robótica para hacer estos proyectos.
Ha sido muy bonito poder en un aula de ordenadores a diferentes grupos realizando diferentes proyectos, y en cada uno de ellos, ver un reparto de roles: mientras unos se ocupaban de la parte robótica, otros lo hacían con la parte de programación y otros con el diseño 3D. Poco a poco, nuestra comunidad maker se va haciendo más grande en el colegio, involucrando no sólo a los alumnos, sino también a familias y resto de la comunidad educativa.