El ‘Programa NeuroEduca’ nació con el propósito de mejorar el desempeño de las funciones ejecutivas en el alumnado, esenciales para el progreso académico y los desafíos de la vida cotidiana. Estas habilidades cognitivas superiores controlan y regulan el pensamiento, las emociones y el comportamiento, incluyendo la memoria de trabajo, la inhibición, la flexibilidad cognitiva y la planificación para el aprendizaje efectivo y la adaptación a situaciones cambiantes.
Para ello, desarrollamos esta situación de aprendizaje, diseñada por el asesor de formación Daniel Molina, que se fundamentó en investigaciones de expertos en neurociencia y pedagogía. Lo llevamos a cabo de manera experimental en mi aula de Infantil y en otros centros escolares con la colaboración de la Universidad de Buenos Aires (representada por el equipo de la neurocientífica Andrea Goldin) y el neuroeducador y astrofísico, además del profesor de la cátedra de NeuroEducación de la Universidad de Barcelona, Jesús Guillén. Estos fueron los ejercicios que hicimos y las conclusiones que obtuvimos.
Actividades rutinas
Son acciones o rutinas de muy corta duración (no más de 5 minutos) donde se hace un modelado o se invita a elaborar un plan de acción (puede ser un plan de trabajo o de juego). Dentro de estas destacamos: la activación, las asambleas pomodoro, los descansos activos y pasivos, el entrenamiento de funciones ejecutivas con actividades y juegos, dinámicas mindfulness y actividades de metacognición.
Actividades rituales
Ejercicios muy cortos (entre 3 y 5 minutos minutos) donde se activan las funciones cognitivas y ejecutivas con propuestas de hidratación o juegos motrices de patrón cruzado basados en bibliografía específica y científica. Destacamos el ritual de hidratación y el minuto de silencio, una de las actividades mejor acogidas y valoradas.
Principales conclusiones
El desarrollo del proyecto mejoró la eficacia de las conductas asociadas con las funciones ejecutivas básicas del alumnado como la atención, la memoria de trabajo, el autocontrol y la autonomía, así como la gestión emocional en la alfabetización, el autoconocimiento, la creatividad y la capacidad de aprender. La implementación del ‘Programa NeuroEduca’ no solo detectó mejoras en los estudiantes, los docentes que también participaron nos dijeron que habían mejorado su práctica sintiéndose más cómodos y con un aula más ordenada. Se produjeron, igualmente, mejoras significativas en la atención y en otros aspectos como los siguientes: la gestión del tiempo, la eficacia de la asamblea en el aula y el conocimiento del alumnado.
Los educadores desempeñan un papel fundamental al integrar actividades y estrategias que promuevan el desarrollo de estas habilidades cognitivas.
Debemos recordar que desde las escuelas no solo preparamos a los estudiantes para el mundo académico, también los equipamos con las herramientas necesarias para prosperar en la vida, de ahí la importancia del entrenamiento de las funciones ejecutivas. A través del canal de telegram ‘Red profesional Programa NeuroEduca’ se comparten, por otro lado, actividades, recursos, juegos e investigaciones sobre el entrenamiento de las funciones ejecutivas para llegar a toda la comunidad educativa.
Hace 10 años que trabajo en una escuela en santiago de chile, donde se trabaja con una metodología llamada Tools of the mind, que apunta al desarrollo de las funciones ejecutivas del cerebro, el trabajo con los niños tiene grandes resultados en el ámbito socio emocional y académico, se han formado niños y niñas que hoy en día son exitosos.
Gracias por el espacio de aprendizaje
Las conclusiones del trabajo que aparecen aquí , el estudio será más completo, son poco específicas. Sería de más ayuda para los docentes aludir a la correlación funciones cognitivas y actividades . No obstante, enhorabuena por esta linea de trabajo imprescindible en educación.
Hola: Me parece muy interesante el diseño de actividades basados en las Neurociencias. ¿Ofrecen talleres? ¿Cómo puedo diseñar una clase como la que ejemplifican en el artículo?
Gracias.