La plataforma ClassDojo puede ayudar a conseguir un entorno amable en el aula, donde las normas de cortesía tengan una importancia significativa y los alumnos traten de mantenerlas en todo momento. Es lo que se ha propuesto Alejandro Asensio, docente de Educación Física y Primaria en el CPR Valle de Andarax, en Instinción, Almería , con la siguiente experiencia.
El crecimiento de ClassDojo es vertiginoso. Se trata de una plataforma gratuita y basada en la economía de fichas que nos permite dar refuerzos negativos o positivos a nuestros alumnos en función de su actitud en el aula; lo que les permitirá ganar o perder puntos en la clasificación general. Además, favorece la conexión con las familias mediante su aplicación para dispositivos móviles extendiendo así el poder de la educación más allá de las aulas, siempre y cuando haya acuerdo previo entre las partes implicadas.
Mi experiencia con ClassDojo
En mi caso, utilizo la plataforma de manera diaria en la escuela. Normalmente, vamos dando o quitando puntos por aspectos como el trabajo en clase, el olvido de materiales, actitudes cooperativas, el uso de palabras poco aconsejables... Es conocido por todos que los niños no utilizan de manera frecuente las normas de cortesía. Esto puede ser por aspectos sociales o por el mero hecho de su desconocimiento. Pues bien, a mí me surgió la necesidad de fomentar su uso dentro de mi aula.
En primer lugar, es necesario realizar una sesión introductoria donde expliquemos a los alumnos las normas de cortesías más básicas. Por ejemplo, pedir permiso para entrar, dar los buenos días, decir gracias y por favor o ceder el sitio a alguien que lo necesite más que nosotros. Para ello, se puede llevar a cabo la siguiente secuencia didáctica:
-Debate inicial sobre qué saben de las palabras mágicas
-Escuchamos y cantamos la canción de las palabras mágicas
-Copiamos las normas de cortesía en la libreta y escribimos algo sobre ellas: ejemplos, una historia…
Experiencia en grupo
Posteriormente, creamos un ítem en ClassDojo para el refuerzo positivo y otro para el refuerzo negativo. En mi caso, se ha denominado como 'Utiliza las palabras mágicas' para el positivo y 'Necesita utilizar las palabras mágicas' para el negativo. El primero suma dos puntos y el segundo resta tres: de esta manera, entenderán que los actos negativos tienen consecuencias importantes.
Por otra parte, llegamos al acuerdo de permitirles 15 minutos de juego libre en el aula, usando las herramientas didácticas disponibles una vez que el grupo alcance los 100 puntos colectivos. Se de los éxitos ajenos, pero también trabajan para que sus compañeros adopten actitudes que no sean perjudiciales y les hagan perder puntos.
Pronto, empezaremos a ver los resultados y conseguiremos un entorno mucho más amable dentro de nuestra aula. Los alumnos convertirán en algo visible su actitud hacia los demás. Comprenderán que nuestros actos, por pequeños que sean, pueden repercutir de forma decisiva en nuestra vida.
Buenas noches. Mi nombre es Ariel, y soy docente de niños de 4 y 5 años en Argentina.
Como de costumbre, intento leer todos los artículos que publican en el portal porque creo que la educación merece un constante debate de ideas y experiencias para enriquecerse.
Si bien no suelo escribir en el espacio de los comentarios, en esta oportunidad sentí la necesidad de hacerlo, puesto que tengo un punto de vista completamente opuesto al sugerido en el artículo.
Creo que, si bien la psicología conductista ha influido en gran parte de los sistemas educativos contemporáneos, y sus derivaciones áulicas están extendidas a lo ancho y largo del planeta, utilizar una aplicación como la propuesta para intentar generar el aprendizaje de las normas de cortesía por parte de los niños es un gravísimo error.
Lo que se propone desde el artículo implica la utilización de tecnología para lograr una modificación en la conducta de los niños a partir del miedo o disgusto que les genera la exposición y humillación producida por las bajas calificaciones. Con la gran diferencia que, a esto, se suma la presión de las familias y compañeros para aumentar los puntajes individuales y colectivos.
¿Qué sucede con aquellos niños que está teniendo un mal día, o que son olvidadizos, o que están transitando un duelo, y que sus mentes no les permiten recordar constantemente las normas de cortesía? ¿También deberíamos castigarlos?
Por último, pero no menos importante, con este uso de la aplicación los niños no logran comprender el verdadero motivo por el cual socialmente utilizamos las reglas de cortesía, que es la generación de vínculos de respeto y amabilidad que ayudan a sostener la paz entre las personas. De esta forma, sólo las utilizan con el mero objetivo de no ser castigados por sus docentes, compañeros y familiares.
Espero que este comentario sea un llamado a la reflexión y tenga una respuesta acorde, para que podamos seguir construyendo.
Saludos.
Ariel.
No estoy de acuerdo con tu comentario. Creo que a los niños se les olvida utilizar estas normas de cortesía y esta iniciativa hace que sean más conscientes hasta que lo incluyan en su rutina diaria.Es algo que todos podrían conseguir y no tienen por qué aparecer frustraciones. No tiene sentido. Gracias