Marta Delgado Larrodé del IES Miguel Catalán de Zaragoza, nos relata el proyecto interdiciplinar ‘Lo bello y lo sublime. El ser humano en la Naturaleza’. La estética y la ética ambiental han sido sus hilos conductores.
Naturaleza como aula de Filosofía
Su origen se sitúa en el marco de un proyecto más amplio del Departamento de Filosofía del centro y su objetivo es la inclusión de diversas prácticas de filosofía en las dinámicas de aula. Estas prácticas pretenden, precisamente, trasladar la filosofía fuera del espacio institucional asignado a su docencia, vinculándola con otros lugares y ambientes y, sobre todo, con otras disciplinas. Nacen también con el propósito de quedarse, de convertirse en dinámicas habituales e integradas en nuestras programaciones de aula.
Comenzamos el curso 2015-16 con la organización de talleres y cafés filosóficos en la biblioteca del centro con alumnado de 1º de Bachillerato, a los que fueron invitados todos los profesores del claustro. Dada la buena acogida de esta iniciativa, se planteó un proyecto de mayor envergadura que pudiera además vincularse con otras disciplinas y otros proyectos ya consolidados en el centro como la educación ambiental y los grupos de lectura de la biblioteca. Al mismo tiempo, nos propusimos trasladar la reflexión filosófica no sólo fuera del aula, sino también del centro y del entorno urbano en el que se encuentra, reflexionar sobre la relación del ser humano con la naturaleza desde diferentes perspectivas teóricas y prácticas.
Fases del proyecto
Lo estructuramos en tres fases: una primera preparatoria y teórica, la salida a un entorno natural, y una tercera que incluyera actividades de cierre y la evaluación.
Durante la primera, se realizó una disertación que llamamos ‘disertación 0’, abriendo a la vez un classroom para intercambio de materiales e impresiones hasta la finalización del proyecto y se presentó el grupo de lectura ‘Leer juntos a los clásicos’, cuyas lecturas, Frankenstein de M.W.Shelley, Walden de H.D. Thoreau, Hojas de hierba de W. Whitman y Las desventuras del joven Werther de J.W. von Goethe, se fueron introduciendo desde una perspectiva ecocrítica a lo largo de todo el curso. Asimismo, se realizó un taller de filosofía en el que se habló de arte, Platón, Kant, Burke, Nietzsche, Thoreau y los trascendentalistas…
La segunda fase consistió en la experiencia vivencial en un entorno natural. Elegimos el Parque Natural de los Valles Occidentales, situado en el Pirineo Aragonés. Para terminar, algunos estudiantes participantes en la salida prepararon una exposición fotográfica, y todos redactaron una segunda disertación (‘la disertación 1’), que comparamos con la primera.
Evaluación
¿Cómo evaluar si habíamos alcanzado nuestro propósito? ¿Cómo podíamos confirmar nuestra hipótesis inicial? Los criterios de comparación entre la disertación 0 y la 1 fueron la introducción de vocabulario específico, la pluralidad de puntos de vista, las referencias a los contenidos del taller y del classroom, así como a la experiencia vivencial y estética, y por último la reflexión en torno a la relación del alumnado con el medio ambiente natural, y si ésta introducía o no aspectos de carácter ético.
Las disertaciones 0 reflejaban claramente dos únicos referentes del alumnado en relación con la naturaleza: la experiencia vivencial en excursiones, salidas a la montaña o estancias breves en el entorno rural por una parte, y por otra la cuestión de la degradación medioambiental. Con respecto a estas primeras reflexiones previas, observamos un clarísimo aumento de puntos de vista en las disertaciones 1, que se realizaron después del taller y la salida a la montaña
Fuimos en todo momento conscientes de que nuestro objetivo inicial era muy ambicioso, y de que para poder confirmar nuestra hipótesis serían necesarios un programa de ética ambiental y otro de salidas al entorno natural durante toda la Educación Secundaria y Bachillerato, así como un seguimiento exhaustivo de los mismos. Sí pudimos comprobar, en algunos casos con claridad, que habíamos sembrado un interés y un cambio de mirada hacia la Naturaleza muy significativo que tendría, sin duda, consecuencias prácticas.
Esta experiencia se presentó en el encuentro de Utopías Educativas
Me ha parecido muy interesante la actividad desarrollada por Marta. La duda que me surge es en qué momento del horario organizaban esos cafés filosóficos, porque parece que los recreos son cortos y el resto de la jornada está llena de clases. Imagino que sería en los recreos, porque además es el único momento en que los demás profesores pueden asomarse. Y también con qué frecuencia, si una vez a la semana, o al mes... Son detalles importantes si alguien quiere hacer una experiencia similar, para evitar ir a tientas. Muchas gracias!
yo el curso pasado sin pademia hacia los cafes filosóficos fuera del horario escolar en una cafeteria y los valoraba como trabajos voluntarios su participación.. y venian una media de 20 alumnos. durante una evaluación 2 veces al mes. 1hora.