La Escuela Virolai nació hace cerca de 60 años en el barrio de El Carmel, en Barcelona, como iniciativa del matrimonio de maestros Ballarín-Andreu. Desde sus inicios, ha destacado por su modelo pedagógico, centrado en la educación integral de los jóvenes en el ámbito de la coeducación, y por su constante renovación y énfasis en el aprendizaje personalizado. El centro cuenta actualmente con 1.310 alumnos desde Infantil hasta Bachillerato.
Hace ya dos años, a comienzos del curso 2015-2016, el centro introdujo JUMP Math, un programa para el aprendizaje de Matemáticas en todos los cursos de Primaria. “Nos decidimos por él al ver lo bien desarrollado que estaba el despliegue del curriculum”, explica José Luis Touron, jefe del área de Ciencias de Virolai. Este método se centra en la comprensión de los conceptos matemáticos analizándolos desde muchos puntos de vista diferentes, proponiendo pequeños retos que permitan avanzar a los estudiantes. “Esta forma de trabajar a base de ‘pequeños saltos’ conceptuales ayuda a evitar que los alumnos se frustren, vayan descubriendo las Matemáticas y adquieran confianza en ellos mismos”, añade. De las cinco horas semanales que se imparten, una de ellas está dedicada completamente a trabajar con materiales manipulativos.
¿Nueva metodología?
Después de implantarlo en todos los cursos de Primaria, el siguiente paso fue incorporarlo en 1º y 2º de ESO. “En Secundaria tienen tres horas semanales más algunas de materias optativas donde se trabajan geometría y estadística. Algunos temas de Matemáticas son incorporados a proyectos interdisciplinarios lo cual permite que se trabajen en diferentes contextos de aplicación”, dice el responsable del área de Ciencias.
La Escuela Virolai ya trabajaba las matemáticas utilizando material manipulativo y haciendo clases muy participativas. “Creo que el mayor aporte de JUMP Math es una mejor comprensión de los conceptos, permitiendo que los alumnos de Secundaria y Bachillerato puedan dar un salto hacia la abstracción matemática. Cuando la comprensión de esta materia se reduce a saber operar, aparecen los problemas en los cursos superiores donde el paso a la abstracción se transforma en un muro infranqueable”, explica Touron.
Superar los obstáculos
Uno de los obstáculos al que tuvo que hacer frente el centro con la implantación de JUMP Math es la gran cantidad de información que el docente debe transmitir a los alumnos y la falta de tiempo para hacerlo: “Las guías del docente explican detalladamente cómo desarrollar la clase: cada concepto se analiza desde muchos puntos de vista, por lo que resulta prácticamente imposible acabar con todos los temas propuestos”, detalla Touron. De ahí la necesidad de hacer una selección, “siempre tratando de no romper secuencias didácticas y jerarquizando los contenidos”.
Para contar con la preparación adecuada, los profesores del centro recibieron sesiones de formación por parte de docentes de la Fundación Collserola, que ya llevaba un año implantando el método. “Nos mostraron cómo gestionar el tiempo de las microlecciones, que son las subunidades didácticas en las que se dividen las unidades del currículo”. Ahora son los profesores de Virolai los que también forman parte de la red de centros que ayudan asesorando a las nuevas escuelas que se incorporan.
Respuesta del alumnado
Cuando se informó a las familias sobre la intención de introducir el nuevo método en el centro hubo algunas dudas por parte de varios padres, que con el tiempo se han ido disipando. De hecho, “algunas nos han dicho que están contentas con la evolución de su hijo, que siempre había sufrido con las mates y nos han contado cómo ahora lo llevan mucho mejor. En cuanto a los alumnos, al principio lo encontraban muy fácil, pero después han ido viendo que la cosa se complica y que requiere más concentración”.
Touron destaca que la acogida es buena en general y hace hincapié en que “es importante hablar con las familias y aclararles que con este método iremos más lentos en cuanto a la introducción de contenidos y que eso no debe preocuparles”. Uno de los puntos fuertes del programa es la presentación de los temas en el momento en que todos los alumnos tienen la madurez suficiente para entenderlos.
Con esta premisa, el responsable del área de Ciencias manifiesta que es un error comparar los conocimientos entre hermanos o vecinos de la misma edad. “A veces las familias asocian el nivel de la escuela al hecho de que determinado concepto se introduzca antes en el tiempo. Son comunes comentarios del tipo ‘en la escuela de mi hija ya están dividiendo’, y pueden hacer creer que ese colegio es más avanzado. Nosotros creemos que eso es erróneo y las familias deben estar avisadas para evitar malos entendidos”.
Actualmente, la Escuela Virolai continúa en fase de consolidación del claustro en el método y la afinación de los tiempos. “Estamos introduciendo cada vez más actividades competenciales y de matemáticas en los proyectos interdisciplinares. También estamos haciendo actividades aplicadas a la robótica, sobre todo odometría. Queremos seguir introduciendo más aspectos tecnológicos y aplicaciones digitales en las clases de Matemáticas”, concluye José Luis Touron.
Este método es la peor idea que han podido pergeñar las mentes pedagógicas en los últimos tiempos
Mi sobrina, tras dos años utilizando el susodicho invento, ha llegado a tal punto de incultura matemática, que ahora, con 10 años, casi ha olvidado restar
No dudo que tal vez hay alumnos alosque les haya funcionado el jump math, pero puedo asegurar sabiendo lo que estoy diciendo, que la gran mayoría de las comunidades educativas están en contra de esta patraña