El Colegio Alborada (Alcalá de Henares, Madrid) es un centro concertado bilingüe perteneciente a la Fundación Arenales que busca la excelencia académica, pero también humana, de sus cerca de 1.500 alumnos. En el actual curso, los estudiantes de 4º, 5º y 6º de Primaria están aprendiendo Matemáticas gracias a JUMP Math, un modelo de enseñanza-aprendizaje basado en los últimos avances de la neurociencia. Nos lo cuenta Menchu Garralón, docente de Primaria y coordinadora de Innovación Pedagógica.
Las TIC son parte fundamental del proyecto educativo de este centro y el alumnado debe saber utilizarlas como una herramienta de aprendizaje más. En este sentido, usa ordenadores y tabletas iPad (proyectos one to one) desde 5º de Primaria a 2º de Bachillerato. Tenemos, además, varias impresoras 3D que los estudiantes de Secundaria emplean para diseñar e imprimir sus propias piezas y montar robots que luego programan. Precisamente, el colegio ya lleva varios años apostando por la robótica y la programación desde 5º de Primaria, aunque desde 1º los niños pueden disfrutar de esta actividad complementaria.
En el caso de la asignatura de Matemáticas, los cursos de 4º, 5º y 6º de Primaria trabajan con el modelo de enseñanza-aprendizaje JUMP Math (el profesorado recibió formación a principios de curso). Desarrollado a partir de los últimos avances en neurociencia, éste proporciona al docente una buena secuenciación de los contenidos y le ayuda a profundizar en los conceptos matemáticos que trata en el aula.
Además, se integra bien con la dinámica de trabajo que realiza el centro que apuesta por metodologías activas y la tecnología al servicio del aprendizaje. Este planteamiento permite, por un lado, que el profesor se siga formando (para tener más herramientas en su mochila y personalizar el aprendizaje de los alumnos) y, por otro, asegurarse de que obtiene los resultados que espera.
Fomentando el cálculo mental
JUMP Math ha ayudado a enriquecer los contenidos que se explican teniendo cuenta lo que para mí es una buena clase. En primer lugar, porque permite desarrollar una rutina inicial de calentamiento de entre 5 y 10 minutos para que los niños practiquen operaciones de cálculo mental. A continuación, porque ayuda a poner en práctica actividades que sirven para que piensen por ellos mismos y que se combinan con la PDI (30 minutos). Finalmente, está la parte en la que los estudiantes reflexionan sobre lo aprendido (metacognición) y que con este método se corresponde con la práctica o evaluación. Su duración varía entre los 10 y 15 minutos.
Gracias a JUMP Math, los chavales trabajan diversas destrezas y habilidades como el cálculo mental: de manera analógica, usando tapones y digitalmente con aplicaciones como ‘El Rey de las Matemáticas’ o ‘Math Fight’ de forma individual. En grupo, se opta por la app ‘Proyectándome’.
También trabajamos y mejoramos con ellos la toma de decisiones, la resolución de problemas, las habilidades comunicativas y el pensamiento crítico. Por otro lado, esta propuesta ayuda a que desarrollemos el modelo pedagógico de la Flipped Classroom y la taxonomía de Bloom. Empezamos curando vídeos y ahora son ellos quienes los crean para luego colgarlos en una plataforma de gestión del aula que tenemos. El aprendizaje basado en el pensamiento (Thinking Based Learning) y las rutinas de pensamiento para introducir o explorar ideas son otras de las herramientas que se ponemos en práctica.
Mayor motivación en el aula
Los estudiantes han mejorado su proceso de aprendizaje y en el caso de los docentes realizar una evaluación formativa ayuda a dinamizar el aula y saber en qué punto se encuentran los alumnos. La clase de matemáticas se gamifican y se optan por propuestas como Kahoot, Plickers, Socrative y Nearpod.
La evaluación y el feedback son constantes, lo que resulta clave para alcanzar la comprensión y adquisición de competencias. Se sienten involucrados, motivados y su autoestima ha subido, son protagonistas de su aprendizaje. La respuesta de las familias también ha sido buena porque ven que sus hijos avanzan y eso es lo principal.
Para finalizar, comentar que el profesorado ha adaptado su metodología tras la incorporación de JUMP Math al aula sin problemas, aunque es cierto que al principio lo más complicado fue programarlo todo para que saliese bien. Al utilizar dos libros, uno que afianza los contenidos del año anterior y otro con los nuevos aprendizajes, se pensó que no daría tiempo. Pero con una buena planificación todo se consigue.