Rubén Molinero Malvido es docente en el CEIP Balaídos de Vigo (Pontevedra) y, a continuación, nos explicará una de las actividades integradas que realizó con alumnos de 6º de Infantil como parte de un proyecto de aula dedicado al cuerpo humano. Se materializó en la experiencia “El jarabe viajero” un cuento interactivo con códigos QR y Beebot. Rubén, además, tiene su propio blog que se llama Hablando en las nubes.
La tarea consistió en la realización de un cuento inventado que se representó en un mural del cuerpo humano con distintos códigos QR, códigos que tuvo que recorrer correctamente el robot BeeBot
Así, el storyboard del cuento, las partes que aparecían y su orden se decidió en grupo, así como los papeles que interpretaría cada alumno. Para la realización y grabación del cuento en vídeo utilizamos un dispositivo móvil y una tela verde (croma) para poner imágenes de fondo con al app Green Screen By Ink para iOS.
Cada escena del cuento transcurrió en una parte u órgano del cuerpo humano, donde los personajes explicaban algo sobre ese órgano. Para aprender cuál era su forma y que función tenía consultamos distintos fragmentos de la serie “Érase una vez el cuerpo humano”. Esos mismos fragmentos, además, fueron los que utilizamos como fondo para ambientar cada escena. Para incidir un poco en la lectura, al final de cada escena aparecía la palabra del próximo órgano o parte donde transcurrirá la siguiente escena.
Leyendo códigos
Una vez hechos todos los vídeos del cuento, realizamos un gran mural y lo coloreamos por equipos. En cada parte del cuerpo colocamos un código QR del color de dicha parte. Para elaborar los códigos empleamos QRafter Pro para iOS.
Con el mural listo, cada equipo se enfrentó al reto de recorrer con el Beebot todo el cuento, siguiendo por orden desde el primer código hasta el último. Para conseguirlo cada equipo debía primero leer el código con la tablet, escuchar o leer la siguiente parte a la que se debía dirigir el Beebot, decidir el camino en equipo (ya que había diferentes posibles caminos) y- por último- ntroducir el código correcto en el robot.
En determinados momentos de la tarea, los estudiantes aprendieron y trabajaron en equipo utilizando estructuras del ámbito B de la metodología de aprendizaje cooperativo: 1-2-4 para ver que partes del cuerpo conocía inicialmente cada equipo, el folio giratorio para pintar por equipos el gran mural, lápices al centro para recorrer con el BeeBot el mural del cuerpo, y el juego de las palabras para comprobar al final de la tarea que había aprendido cada alumno.
Una vez finalizada la tarea y todos los equipos superaron el reto de recorrer el cuento, nos dirigimos a la clase de los alumnos de 6º de Primaria porque sabíamos que también estaban trabajando el cuerpo humano, y les explicamos el trabajo que habíamos realizado y todo lo que aprendimos. Les prestamos el mural y el Beebot unos días para ver si eran capaces de superar el reto de recorrer todo el cuento.
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