Primera hora de la mañana. A Laura, justo a la entrada del colegio, su madre le retira el juguete de la mano y entra toda llorosa y enfadada. Pablo, en cambio, viene apresurado al colegio: todos los compañeros ya han entrado, el conserje ha cerrado las puertas, y el resto del grupo ya está en clase.
A medida que entran, los alumnos se identifican con un dibujo de ‘El monstruo de colores’, expresando así sus emociones… Mientras tanto, la ‘seño’ está observando y tomando nota de qué niño o niña necesita expresar su emoción a los demás. De esta manera, podemos ayudarle entre todos.
Vayamos a tercero de Primaria. Se intercambian el docente de Inglés y la tutora. Comienza la clase de matemáticas, sin embargo, el aula está muy alborotada porque han estado ensayando un villancico en inglés. ¿Cómo captar de nuevo la atención en esta asignatura? ¿Damos un golpe en la pizarra? ¿Gritamos? ¿Tocamos el silbato?
Mientras tanto, la profesora de 2º B no no ha encontrado aparcamiento y accede al centro muy acelerada porque tiene que recoger su fila. Juan, un alumno, le pregunta si hoy van a bajar al huerto y ésta le responde, de manera despectiva, que se calle y mire para adelante. Nos preguntamos: ¿Juan entrará en la clase contento y dispuesto a aprender?
Trabajar las emociones a través del yoga y el mindfulness
Pero, ¿qué tienen en común todas estas escenas en la escuela? Estamos hablando de las emociones, de saber regularlas con diferentes técnicas, del nivel de estrés que traen los estudiantes y docentes a la escuela, de la actitud de las familias hacia los hijos… en definitiva, de muchos problemas a los que nos enfrentamos a diario en un centro educativo. Cada vez son más los docentes que se sienten estresados en su trabajo diario debido a los problemas de comportamiento del alumnado y la falta de apoyo de las familias.
Ante este panorama, vimos necesario hacer cambios en la práctica docente, tanto en Primaria como Infantil. Por ello, desde el CEIP Francisco de Quevedo de Campanillas (Málaga) y CEI Arco Iris de Cártama Estación, también en Málaga, presentamos un Proyecto de Innovación Educativa a la Consejería de Educación, y ésta nos lo aprobó. Con el nombre ‘Trabajando las emociones en el cole a través del yoga y el mindfulness’, queremos conseguir que nuestros dos centros educativos mejoren el proceso de enseñanza-aprendizaje y el clima social-escolar.
Así, de este modo, la escuela introduce en su currículum oficial aspectos que la neurociencia y la psicología estima, a día de hoy, fundamentales para el desarrollo infantil y que tradicionalmente no se han trabajado en el aula. Por ello, tanto en un centro como en otro hemos visto fundamental extender estas prácticas no sólo al alumnado y a los docentes, sino también a las familias, conserjes y monitores del comedor escolar. Lo consideramos un proyecto intercentros que busca unir a la Comunidad Escolar en unos valores y contenidos comunes.
Desarrollo del proyecto durante el primer año
Dicho proyecto se va a desarrollar en dos cursos escolares, así, en el primer curso escolar hemos realizado las siguientes acciones:
• Nos hemos documentado a través de la lectura de libros sobre emociones, yoga y mindfulness.
• Hemos llevado a cabo autoformación en los dos centros escolares. Para ello, en cada trimestre hemos realizado varias reuniones, tres de ellas intercentros, con formación conjunta y puesta en común de los resultados obtenidos de la investigación.
• Además, dos monitoras de yoga han impartido formación práctica a las maestras del proyecto, con el fin de familiarizarnos con las técnicas de yoga y mindfulness.
• Por otro lado, hemos promovido la formación de las familias en dichas técnicas que vamos a llevar a cabo y también en sensibilizarlas sobre estos temas con talleres, tutorías y escuela de padres.
Tras este primer acercamiento, elaboramos un cuestionario para saber el nivel de conocimiento y aceptación que familias y profesorado tenían respecto a la práctica del yoga y el mindfulness de cara a su inclusión en el discurrir ordinario del trabajo en al aula, así como del conocimiento de los beneficios individuales de la misma (mejora de la atención, la concentración…)
Después, realizamos una escala de observación inicial para conocer el nivel de conflictos y violencia (física o verbal) que tenemos en nuestros dos colegios y un registro del nivel de ruido en las clases, con la utilización de sonómetros en cada una de ellas. De este modo, a las monitoras del comedor escolar de uno de los centros, Francisco de Quevedo, le fueron entregadas unas pautas de trabajo con el fin de bajar el nivel de ruido que allí se había observado previamente.
Otras formas de estar en el aula
También, hemos establecido una nueva organización y estructuración del aula, con el fin de facilitar la aplicación diaria de las técnicas ya mencionadas. Por ejemplo, hemos colocado en las patas de las sillas pelotas de tenis con la ayuda de las familias y hemos comprado materiales útiles para llevar nuestro proyecto adelante: disco duro, cuenco tibetano, libros, sonómetros, aceites esenciales de aromaterapia…
En la memoria del primer curso, hemos extraído una serie de conclusiones sobre las variables que están perturbando el buen funcionamiento de las clases: un exceso de azúcares en la dieta o las adicciones a dispositivos electrónicos, entre otras. Sobre ellas, en el segundo año escolar, profundizaremos en detalle en la formación y el trabajo a realizar.
Acciones para el segundo año
Durante el segundo año, llevaremos a cabo una ampliación de la formación con la colaboración de ponentes externos a través del CEP (Centro del Profesorado), se continuará con las formaciones de la escuela de padres y se elaborarán conclusiones sobre el proyecto, centradas en la posible mejora en la atención, habilidades sociales, autoconcepto, aprendizajes, nivel de ruidos… y, también, su extrapolación a otros centros educativos. Además, realizamos una memoria final, en la que consten los logros alcanzados, las dificultades encontradas y el grado de consecución de los objetivos.
En definitiva, estamos desarrollando un proyecto hermoso y útil; un proyecto donde cada vez más la familia y el profesorado van tomando conciencia de la importancia de la educación emocional.