La Salle Madrid ha puesto en marcha, junto con Edelvives y Google, el proyecto piloto ‘Chromebook’. Así ha conseguido potenciar el aprendizaje cooperativo y la educación inclusiva. Raúl Piñeiro Díez, coordinador TIC, y Julio González Fernández, director de Red de Centros La Salle Sector Madrid, nos cuentan la experiencia sobre cómo incorporar las TIC.
Cómo incorporar las TIC
La Red de Centros La Salle Sector Madrid, en la que educamos a 12.500 alumnos, está formada por trece colegios y una universidad. Nuestro proyecto educativo se basa en en el humanismo cristiano, en una educación de calidad centrada en el alumno, abierta a la innovación metodológica y orientada al desarrollo de competencias que favorezcan la educación integral.
Entendemos el uso de la tecnología como un complemento necesario y, por ello, hemos recorrido un largo camino analizando proveedores de contenidos didácticos y de plataformas digitales para encontrar los más adecuados (ambos debían favorecer el estilo cooperativo del aprendizaje, la gestión autónoma del conocimiento y la competencia digital). Finalmente, la búsqueda de los partners tecnológicos fructificó en el proyecto piloto ‘Chromebook’, que cuenta con la colaboración de Edelvives, cediendo los recursos digitales necesarios y facilitando la formación; así como la cooperación de Google for Education, procurando su entorno de trabajo GSuite (especialmente diseñado para el mundo educativo), unido a la infraestructura de red MacroLAN de Telefónica para disponer de la mejor conectividad posible.
Preparar a los alumnos
Algunos de los objetivos de este proyecto son preparar a los alumnos para los contextos socioculturales de este siglo de forma que sepan gestionar una información cada vez más abundante, pero no siempre de calidad; que usen distintos modos de presentar la información como indica el informe PISA; o que lleven a cabo nuevas estrategias de aprendizaje.
Para comprobar las potencialidades del uso del Chromebook en el aula hemos llevado a cabo diferentes tipos de valoraciones y evaluaciones, tanto cuantitativa como cualitativamente: hemos realizado observaciones en el aula, encuestas de satisfacción y entrevistas a alumnos y profesores. Evidentemente, necesitamos más experiencia y tiempo para contrastar resultados, pero ya tenemos algunas conclusiones. En este sentido, las herramientas digitales y los recursos interactivos potencian la cooperación formal e informal, ya que nuestros centros se organizan mediante la estructura de enseñanza-aprendizaje cooperativa. De igual modo y como queremos una escuela inclusiva, los profesores han percibido que la tecnología ayuda a que algunos de los alumnos con dificultades de aprendizaje realicen el proceso de búsqueda y tratamiento de la información de manera similar a sus compañeros, lo que mejora su autoestima y motivación.
También los profesores han mostrado su satisfacción, ya que tanto los Chromebook como las herramientas de Google for Education son fáciles de utilizar y les permiten realizar distintas actividades. Esto unido a los abundantes recursos didácticos de Edelvives hacen que sus clases sean motivadoras, pero a la vez exigentes.
Los docentes
Para la puesta en marcha de este proyecto también hemos tenido en cuenta la gestión del profesorado y las distintas capacidades que tiene a la hora de incorporar la tecnología. Así, el reto está siendo facilitar una ‘sana tensión’ entre formación y acompañamiento, de forma que combinamos los servicios ofrecidos por el propio centro sobre el uso de los dispositivos con la autonomía e iniciativa personal de los docentes —hemos constatado que la mejora de cada profesor depende de estos dos factores—.
Otra de las claves es que los educadores necesitan recursos didácticos que les ayuden al cambio metodológico. Con la alianza de Edelvives y Google for Education lo hemos conseguido. El primero ofrece un material digital elaborado que, además, puede usarse off line u on line, mientras que el segundo proporciona sus herramientas de colaboración y producción.
Los medios
También es importante contar con una conectividad libre de errores y que facilite el acceso a los contenidos, algo que hemos solucionado con la red MacroLAN y redes Wi-Fi. Por último, no podemos olvidar a los equipos humanos que están detrás de este proyecto y que son imprescindibles para garantizar su evolución en el colegio.