¿Merece la pena emplear horas lectivas en ver una película en el aula con todos los alumnos? Si enviamos la lectura de libros como tarea dentro del método aprender al revés, ¿por qué no hacerlo con el visionado de documentales o largometrajes? Así es como apliqué el Flipped Classroom con películas.
Un potente recurso
Comencé la docencia con ‘salas de audiovisuales’, salas oscuras donde se veía la tele conectada a un vídeo, VHS con frecuencia, sustituido más tarde por el DVD.
Por suerte, la situación actual es muy distinta. En muchos centros se cuenta con un ordenador con conexión a Internet, un cañón de proyección y un potente sistema de audio en todas las aulas. Esta infraestructura es un potente recurso didáctico que permite ver vídeos en cualquier clase haciendo paradas para comentar y relacionar su contenido con la materia.
Desde hace tiempo me cuestiono si es esta una forma positiva de trabajar el audiovisual de larga duración. Para mí, la barrera ‘Youtuberable’ de siete minutos sería el límite entre vídeo corto y largo. Existen dos problemas asociados a esta práctica didáctica.
Factor tiempo
Para comentar un fragmento de película puede ser necesario otro de duración parecida. Para trabajar un vídeo de una hora, necesitamos dos clases de una hora. ¿No podemos usar todo ese tiempo para hacer una actividad que requiera más actividad cognitiva del alumno?
Factor atención
Una clase de 25-30 adolescentes no es el lugar más adecuado para proyectar una película en un ambiente relajado a partir de segunda hora de la mañana, y mucho menos después del patio. No favorecemos el acceso a la película en igualdad de condiciones para aquellos que se sientan al final y escuchan más los comentarios de los compañeros que al audio de la proyección. ¿Deberíamos gastar las horas lectivas en una actividad tan pasiva para los alumnos?
Gamificación
Por eso me propuse que, igual que se hace con los libros de lectura, el alumno viese un vídeo en su casa. Mi experiencia con los libros es que el alumno necesita un espacio de reflexión mientras trabaja el libro. No es conveniente dejar que lea sin acompañamiento alguno para presentar una monografía después. Eso me llevó a plantearme que al poner la película al alcance del estudiante, era necesario fragmentarla para trabajarla en etapas y asimilarla mejor.
A pesar de ello, todavía no tenía claro cómo conseguir que el máximo de alumnado trabajase la película y recurrí a la gamificación, planteando el transcurso del visionado como una yincana electrónica donde las normas son muy sencillas:
- La película está dividida en fragmentos que se van colgando en plazos de dos semanas.
- El primer fragmento es de acceso libre y lleva asociadas unas actividades o pruebas.
- Quien realiza las actividades o pruebas antes de que se cuelgue la siguiente parte, gana una medalla o ‘badge’, con unos puntos asociados.
- No se puede ver una parte de película sin haber realizado las actividades de la parte anterior.
- La nota de la actividad completa es la suma de puntos obtenida por medallas y que se puede ponderar con la calidad de las actividades realizadas.
Método
En mi caso, decidí usar Google Classroom. Abrí un tema sólo para los materiales, cuestiones y actividades de la película. Para facilitar la tarea a los alumnos, enumeré jerárquicamente todo ello.
Cada dos semanas colgué una parte del material y sus preguntas asociadas. Al asignar por primera vez, elegí a los alumnos que habían realizado las actividades previas en la lista. Para asignar nuevos alumnos, es necesario editar el el material y ampliar la lista.
En cuanto a las insignias o ‘badges’ solucioné el tema con Classroom Badge Maker de iDoceo. Me permitió importar clases desde Google Classroom y exportar las notas a esta plataforma.
Resultados
Hasta ahora el seguimiento no ha sido demasiado bueno. Entiendo que las clases de tercero de ESO en las que lo he puesto a prueba son muy diversas y me ha costado obtener un cumplimiento mayoritario tan sólo mostrando la tabla de puntuaciones (badges). He tenido que recurrir a la complicidad de los padres habilitando los informes a tutores de Google Classroom y enviando correos a las familias de los alumnos que no entregan su trabajo.
La innovación es la madre del conocimiento, admiro toda la vocación e inspiración aplicada a este proceso .. me parece excelente iniciativa quizás lo que podría mejorar es la forma de premiar aunque me parece excelente inmiscuir a los padres .. me sirve de inspiración!!